La guerra entre Israel y Hamás en Gaza entró de pleno en la campaña para las elecciones presidenciales de Turquía en agosto, con protestas casi diarias de grupos islamistas y ataques verbales contra el Estado judío por parte del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.
Desde el inicio del conflicto en la Franja de Gaza, el jefe de Gobierno turco no para de lanzar duros discursos contra Israel, estrecho aliado de Turquía hasta 2010.
Entre otras críticas, calificó la política hebrea frente a los palestinos como «peor que la de Hitler» y denunció que Israel «aprendió muy bien cómo matar niños».
«Israel superó lo que Hitler hizo con los judíos», manifestó Erdogan durante una intervención en un mitín de reelección política en la ciudad turca de Ordu, tildando al país hebreo de «Estado terrorista».
Erdogan agregó que los israelíes «no tienen conciencia, ni honor ni orgullo» y comparó los bombardeos de Israel en Gaza con la represión que llevó a cabo Hitler con los judíos. «Los que condenaban a Hitler lograron superarlo en la barbarie», explicó, acusando a Israel de rechazar el alto el fuego que Hamás propuso.
El mandatario turco añadió que se opone totalmente a las operaciones que está ejecutando Israel en Gaza y aseguró que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) «tienen un efecto desproporcionado que acabará por terminar con cualquier relación positiva entre Israel y Turquía».
Erdogan agregó que el pueblo turco no debe descargar sus frustraciones en la propia comunidad judía de Turquía. «Yo no apruebo ninguna mala actitud hacia nuestros ciudadanos judíos, a pesar de todo esto», argumentó.
En Turquía surgieron diferentes manifestaciones en los últimos días para mostrar la disconformidad y la oposición a la actuación de Israel contra Hamás en Gaza.
Según criticó esta semana Ekmeleddin Ihsanoglu, rival de Erdogan en las elecciones, esta postura exacerbada es más bien de «consumo interno» que para una posible solución del conflicto y la reconciliación entre ambos países.
Pero la denuncia de Erdogan de Israel como «peligro para la paz mundial» encuentra amplio eco en la sociedad turca, que se muestra sensibilizada con la situación de Gaza desde el abordaje israelí al barco Mavi Marmara, en 2010, en el que murieron diez turcos.
La organización islamista IHH, que fletó entonces el navío que trató de romper el bloqueo a Gaza, encabeza ahora la mayoría de las protestas ante las misiones diplomáticas israelíes en el país.
Estas protestas, algunas incluso violentas, están en peligro de derivar hacia actitudes hostiles hacia la comunidad judía local.
Así lo denunció el abogado Cem Sofuoglu, un destacado activista turco a favor de recuperar de la historia de los judíos en Turquía, cuyos orígenes están en la expulsión de los hebreos de España en 1492.
El letrado recordó que portavoces de IHH exigieron en las últimas semanas a la comunidad judía local a «posicionarse» respecto al conflicto de Gaza, creando una distinción entre los ciudadanos judíos y los demás turcos, no obligados a opinar al respecto.
El pasado martes, una manifestación ante el consulado israelí de Estambul acabó con un grupo de manifestantes lanzando huevos contra la fachada de una cercana sinagoga.
Días antes causó revuelo una serie de mensajes en la red social Twitter, en los que la conocida cantante de pop turca, Yildiz Tilbe, lamentó que «Hitler no haya hecho lo suficiente».
«Si Dios lo permite, muy pronto los musulmanes pondrán fin a los judíos, enemigos de Dios y de todos los profetas, incluido el suyo propio, Moisés», eran algunos de sus mensajes.
El propio alcalde de Ánkara, Melih Gökçek, uno de los líderes del gobernante partido islamista AKP, reenvió algunos de esos mensajes y pidió a sus seguidores «aplaudir» a la cantante.
Y el diario de extrema derecha «Yeni Akit» incluso publicó un crucigrama con una foto de Hitler y uno de sus columnistas exigió que el gran rabino de Turquía condene la actitud de Israel para evitar la ira popular en el país.
Por su parte, la comunidad judía turca condenó los mensajes de Tilbe como «racistas» y de «incitación al odio» y pidió que las autoridades judiciales inicien una investigación bajo la ley turca que prohíbe insultar una colectividad religiosa.
Pero aparte de este comunicado oficial, los miembros de la comunidad hebrea turca, unas 18.000 personas, son reacios a hablar.
«No es nuevo: la comunidad judía turca lleva tiempo intentando mantener un perfil muy bajo: no quieren sacudir la caja y que se despierte el tigre», opinó Sofuoglu.
Hasta el momento no hubieron llamamientos al boicot de empresas turcas judías, aunque se llegó a incluir las obras del popular escritor turco-judío Mario Levi en listas de «productos israelíes o pro-israelíes» a boicotear.
De hecho, en los foro turcos en Internet circulan varias listados con productos israelíes o de grandes empresas, calificadas como «simpatizantes de Israel», a los que se pide el boicot en Turquía, como por ejemplo Coca-Cola, McDonald, Danone, Nestlé, Armani, L'Oreal o Carrefour, entre otras.
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