La ONU decidió declarar el nivel tres de emergencia - el más alto - para Irak en virtud de «la escala y la complejidad de la actual catástrofe humanitaria» que está sufriendo el país, tras los últimos avances de las tropas del Estado Islámico en el norte del país y sus persecución de minorías religiosas como los yazidíes.

«Dada la escala y la complejidad de la actual catástrofe humanitaria, esta medida facilitará la movilización de recursos adicionales en productos, fondos y activos para garantizar una respuesta más efectiva a las necesidades humanitarias de las poblaciones afectadas por los desplazamientos forzosos», explicó el representante especial de la ONU para Irak, Nickolay Mladenov.

«La situación de los desplazados en el monte Sinyar sigue siendo objeto de una preocupación grave, con miles de personas desplazadas todavía atrapadas allí y con un rápido deterioro de las condiciones de salud», afirmó el representante de UNICEF en Irak, Marzio Babille.

Babille agregó que UNICEF y otras organizaciones humanitarias están aumentando los esfuerzos para responder a las necesidades de los que consiguen huir del monte Sinyar, además de los 12.000 cristianos desplazados que ahora se refugian en la capital del Kurdistán iraquí, Erbil.

La situación de la localidad de Dahuk es también muy grave, con unos 400.000 desplazados desde que el Estado Islámico comenzó su ofensiva en el norte de Irak, según informó la directora del Programa Mundial de Alimentos (PAM) en Irak, Jane Pearce.

«Declarar el nivel tres de emergencia sobre la crisis en Irak, que representa el más alto en una crisis humanitaria, ayudará a impulsar más recursos y facilitará los mecanismos administrativos de respuesta», subrayó Mladenov. En la actualidad, la ONU mantiene el nivel tres de emergencia en Siria, Sudán del Sur y República Centroafricana.

Las tropas del Estado Islámico están reagrupándose en torno a la localidad de Qara Tappa, situada a 122 kilómetros al norte de Bagdad, según informaron fuentes de los servicios de seguridad locales.

Los miembros de este grupo terrorista, escindido de Al Qaeda, llevaron a cabo una ofensiva en toda la zona norte del país, hasta aproximarse a Erbil.

Por su parte, el Departamento de Defensa de Estados Unidos comunicó que es «poco probable» que vaya a proceder a la evacuación de los miles de yazidíes que se encuentran atrapados en las montañas de Sinyar a causa de los avances del Estado Islámico.

El portavoz del Pentágono, John Kirby, detalló que, tras la misión de reconocimiento llevada a cabo por un equipo estadounidense, se determinó que «los yazidíes atrapados están en mejores condiciones de lo que se creía y tienen acceso a la comida y agua que se envió».

Los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido entregaron ayuda humanitaria por vía aérea en los últimos días, lo que se unió a los bombardeos ejecutados por Washington contra las posiciones del Estado Islámico - antiguo Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) -, en su primera acción militar en el país desde la retirada de sus tropas en 2011.

Los yazidíes huyeron la semana pasada de Sinyar tras la captura de la ciudad por parte de la formación yihadista, que les considera infieles y procedió a destruir sus lugares sagrados y ejecutar a decenas de personas.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) detalló que 31.000 iraquíes, la mayoría residentes en Sinyar, llegaron a Kurdistán en los últimos días.

El ISIS proclamó a finales de junio el Califato Islámico y nombró califa a su líder, Abú Bakr al-Baghdadi. La nueva organización se declaró Estado independiente y reclama que todos los musulmanes del mundo le juren fidelidad.

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