La población de colonos judíos en Cisjordania creció significativamente durante los años de gobierno del actual primer ministro, Binyamín Netanyahu, aumentando más del doble de rápido que la población general israelí, según datos suministrados por la Oficina Central de Estadísticas (OCE).
El auge de asentamientos también fue fuerte fuera de la valla de seguridad, que muchos consideran la base para una frontera entre Israel y un futuro Estado palestino.
Las cifras reflejan el respaldo continuado de Netanyahu a la construcción de asentamientos, pese a sus reiteradas declaraciones a favor de la creación eventual de un Estado palestino como parte de un acuerdo de paz en el futuro.
Además, estos datos podrían ser un tema de conversación cuando el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se reúna hoy con Netanyahu y líderes europeos para abordar una propuesta anunciada ante el Consejo de Seguridad de la ONU relacionada con el conflicto israelí-palestino.
Aunque los líderes israelíes de todo el espectro político llevan décadas construyendo asentamientos, Estados Unidos y sus aliados occidentales tienen una paciencia cada vez menor con su desarrollo.
Desde el comienzo de 2009 y el principio de 2014 - Netanyahu volvió al poder en marzo de 2009 -, la población de colonos judíos en Cisjordania creció un 23%, a 355.993 personas.
En comparación, la población general de Israel aumentó un 9,6%, a poco más de 8 millones de personas, en ese period según la OCE. Las cifras para 2014 no se esperan hasta finales del año que viene.
El ritmo de crecimiento de población entre los colonos bajó ligeramente durante el Gobierno de Netanyahu, desde el 31% de los cinco años anteriores, cuando gobernaban Ariel Sharón y Ehud Olmert. En concreto, éste último recibió relativamente pocas críticas por los asentamientos porque estaba considerado como moderado.
En total, la población de asentamientos más que se dobló en los 21 años desde que Israel y la Autoridad Palestina comenzaron las negociaciones de paz.
Israel conquistó Cisjordania y la Franja de Gaza en la Guerra de los Seis Días, en junio de 1967, y desde entonces los primeros ministros de todos los partidos permitieron, y en ocasiones fomentado, los asentamientos en esos territorios.
Los palestinos reclaman Cisjordania, el este de Jerusalén y la Franja de Gaza para su futuro Estado. Consideran ilegal toda construcción israelí en Cisjordania y el este de Jerusalén, una posición con amplio respaldo internacional. Asimismo, Israel retiró todas sus tropas y colonos de Gaza en 2005.
La oficina de Netanyahu declinó comentar las cifras, procedentes de la OCE, ante de una posible votación esta semana en la ONU. La propuesta de Jordania ante el Consejo de Seguridad pide un plazo límite en noviembre de 2016 para la ocupación israelí. Otra propuesta de Francia establece un margen de dos años como máximo para las tratativas de paz entre ambas partes.
Netanyahu nunca concretó dónde podría situarse la frontera con un futuro Estado palestino, pero sí apuntó a que Israel debía, como mínimo, conservar las comunidades dentro de la valla de seguridad que se extiende más allá de las fronteras israelíes con reconocimiento internacional, previas a 1967, y abarca casi una décima parte de Cisjordania.
El Gobierno israelí lo consideran un esfuerzo práctico de incorporar a la mayoría de los colonos, reduciendo la difícil tarea de retirarlos como parte de un acuerdo.
La AP sugirió que aceptaría una idea similar si fuera compensada por ese territorio con intercambios de tierras.
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