Israelí negó que autorizó la construcción de nuevas viviendas en asentamientos de Cisjordania, como informaron ONGs locales, y precisó que se trató de la «renovación automática del procedimiento» para la edificación «autorizada hace un año atrás».
Fuentes gubernamentales israelíes dijeron que, «en contra de informaciones» difundidas con anterioridad, no ha habido autorización alguna para nuevas construcciones en asentamientos judíos de Cisjordania».
Según dos organizaciones locales que supervisan la actividad colonizadora de Israel, Terrestrial Jerusalem y Shalom Ajshav, el Ejecutivo habría sacado a concurso público la construcción de 430 nuevas viviendas en asentamientos judíos en Cisjordania, medida que originó duras críticas por parte de dirigentes palestinos.
Pero la fuente oficial israelí dijo que las informaciones a las que hacían referencia eran «meramente la renovación automática del procedimiento de autorización de construcción de nuevas viviendas, anunciado hace un año durante las negociaciones con la Autoridad Palestina (AP) y conocidas por todas las partes».
"No ha sido autorizada la construcción de ninguna nueva vivienda", reiteró con énfasis el alto funcionario.
Según informaron las ONGs, el Gobierno israelí licitó en plena campaña electoral la construcción de 450 nuevas viviendas para asentamientos judíos en Cisjordania, a pesar de la condena internacional a la colonización.
La AP, nada más conocer la noticia, denunció «un crimen de guerra que debe concernir al Tribunal Penal Internacional (TPI)», al que acaba de pedir su adhesión.
Se trata de la construcción de 156 viviendas en Elkaná, 114 en Adam, 102 en Kiryat Arba y 78 en Alfei Menashé.
Para las ONGs israelíes anticolonización, se trata de una maniobra electoral del primer ministro, Binyamín Netanyahu, para conseguir el voto de los colonos, que se disputan otros partidos ultranacionalistas y religiosos, con vistas a las legislativas anticipadas del 17 de marzo.
También se trata de un nuevo revés para Estados Unidos que considera, al igual que la comunidad internacional, que los asentamientos erigidos en Cisjordania y en Jerusalén Este son ilegales.
«Las autoridades israelíes publicaron las licitaciones para la extensión de asentamientos en cuatro lugares diferentes de Cisjordania, informó Daniel Seidemann, responsable de Terrestrial Jerusalem, una ONG anticolonización.
«Ampliamos las compuertas de la ocupación», agregó Seidemann, inquietándose ante la posibilidad de próximos anuncios de más asentamientos, dentro del actual contexto electoral.
Estas licitaciones llegan en un momento de fuerte tensión entre Israel y la AP, que acaba de solicitar su adhesión al TPI, con vistas a denunciar al Estado judío por crímenes de guerra.
«Se trata de un crimen de guerra que debemos llevar al Tribunal Penal Internacional a actuar en el asunto de los asentamientos», declare Wasel Abu Yusef, uno de los dirigentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
La AP anunció, al pedir su adhesión al TPI, que la colonización y todos los crímenes relacionados con ella deben formar parte del campo de investigación del tribunal, encargado de juzgar actos de genocidio, crímenes contra la humanidad o crímenes de guerra.
En represalia por la demanda de adhesión, Israel suspendió la entrega a la AP de 120 millones de dólares de impuestos, que recauda en nombre de los palestinos.
Esas transferencias son vitales para la AP, que atraviesa graves dificultades financieras, ya que representan más de dos tercios de sus ingresos presupuestarios y contribuyen al pago de más de 150.000 funcionarios.
La colonización no es sólo una de las razones de la exasperación palestina, sino que también se considera como un obstáculo mayor para una posible salida al conflicto israelí-palestino, incluido en Estados Unidos.
La decisión de construir nuevas viviendas en Cisjordania no mejorará las relaciones ya tensas entre el Gobierno de Netanyahu y el de Barack Obama.
«No creo que esto haya terminado», añadió Seidemann, que vaticinó posibles anuncios preelectorales y licitaciones para 2.610 viviendas en el barrio de Givat Hamatós, en Jerusalén Este.
El proyecto recibió el visto bueno definitivo de las autoridades israelíes en octubre de 2014. En aquel momento, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos ya criticaron la medida.
Para Seidemann no está claro que eso preocupe a Netanyahu. «Bibi tiende a actuar sin escrúpulos cuando está en dificultad en los sondeos», aseveró.
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