Una delegación israelí de alto nivel viajó a París para tratar de convencer al presidente francés, Francois Hollande, de que impida la firma del acuerdo en gestación sobre el programa nuclear de Irán, informó «Haaretz» .
La delegación israelí mantendrá reuniones de alto nivel con funcionarios franceses, dos días antes de que las grandes potencias e Irán retomen el diálogo en Suiza con vistas a alcanzar un acuerdo marco antes de fin de mes.
Israel, que ve ese programa nuclear como una amenaza a su existencia, trata de apelar al país galo, que más reacio se mostró hasta ahora al acuerdo, con la esperanza de que sigan en vigor las sanciones hasta que Teherán cancele el enriquecimiento de uranio.
La delegación israelí incluye al asesor de seguridad nacional, Yossi Cohen, al ministro de Asuntos Estratégicos, Yuval Steinitz, y a otros altos funcionarios de la cancillería y de los servicios de inteligencia.
La delegación aspira a ser recibida por el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, y miembros del equipo negociador con Irán, entre otros funcionarios de ese país.
El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, que se opone tajantemente a lo que califica de «un mal acuerdo» - que deje en manos de Irán el enriquecimiento de uranio -, cree que se puede influir aún en el gobierno francés, que hace unos días manifestó sus diferencias con otros miembros del Grupo 5+1 (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, China y Rusia).
Francia exigió, por ejemplo, que Irán cumpla la demanda de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y desclasifique los posibles aspectos militares de su programa nuclear, como condición para cualquier acuerdo.
A raíz de esas diferencias entre Estados Unidos y Francia, los dos ministros de Exteriores de ambos países se entrevistaron en Londres el sábado con sus colegas de Reino Unido y Alemania, en un intento de consensuar posturas.
En la cita, los cuatro titulares aseguraron que permanecen unidos para lograr un acuerdo con Irán, y despejaron las dudas sobre su unidad, trasladando la presión al ejecutivo iraní.
«Lllegó la hora de que Irán tome decisiones difíciles. Nuestros negociadores, junto con los de China y Rusia, retomarán las reuniones con la próxima semana en Lausana», explicaron.
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