La organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) señaló en un reporte que los grupos terroristas palestinos cometieron crímenes de guerra durante el conflicto Gaza-Israel de 2014, al matar tanto a civiles israelíes como a palestinos con el uso indiscriminado de proyectiles.
El reporte viene luego de otros informes emitidos a finales de 2014 que acusaron a Israel de crímenes de guerra por ataques contra edificios civiles y contra viviendas palestinas durante el conflicto.
La guerra de 50 días de Gaza dejó más de 2.100 palestinos muertos, de acuerdo a autoridades palestinas y de la ONU. Del lado de Israel murieron 67 soldados y cinco civiles.
Los terroristas palestinos, principalmente el brazo armado de Hamás, las Brigadas Izz a-Dín al-Qassam, dispararon cohetes no guiados y morteros que no pueden ser apuntados a blancos específicos y que contravienen la ley internacional, señaló AI.
Seis civiles en Israel murieron por esos ataques, y 13 civiles palestinos fallecieron cuando un proyectil palestino lanzado desde la franja aparentemente cayó sobre un campamento de refugiados en Gaza.
Los palestinos señalaron que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) fueron responsables de ese ataque, pero AI informó que un experto independiente de municiones que examina la evidencia a nombre del grupo terrorista concluyó que el cohete palestino fue el responsable.
El reporte, emitido desde la sede de AI en Londres, también alega otras violaciones a las leyes humanitarias internacionales durante el conflicto, entre ellas, que grupos terroristas palestinos como Hamás o Yihad Islámica, entre otros, almacenaron municiones en hospitales, mezquitas y otros edificios civiles así como en escuelas de la ONU, desde donde lanzaron ataques mientras cientos de civiles desplazados se estaban refugiando.
«El impacto de los ataques israelíes contra civiles palestinos durante el conflicto es innegable, pero las transgresiones de un lado no pueden justificar las transgresiones del otro, señaló Philip Luther, director para Oriente Medio y el Norte de África de AI.
Por su parte, Hamás criticó el informe de AI. «El documento es igual a los crímenes cometidos por la ocupación israelí durante su guerra contra la Franja de Gaza», denunció Salah al-Bardawil, uno de los líderes del grupo terrorista.
AI documentó un ataque que se lanzó desde Gaza que mató a 13 palestinos, entre ellos 11 niños, en el campo de refugiados de Shati, en la franja.
Al Bardawil rechazó la información, alegando que los niños murieron por fuego israelí y no palestino, y aseguró que el informe «es una masacre contra la justicia real porque AI se convirtió en un cuerpo sospechoso que abierta y claramente sirve al terrorismo israelí sin ver cómo 2.200 palestinos fueron masacrados».
Además, acusó a la organización de actuar sin objetividad y sobre datos erróneos «para dañar la imagen de los palestinos».
«Los palestinos no matan, los palestinos se defienden a sí mismos con armas improvisadas y hechas a mano mientras que los israelíes usan otro tipo de armamento sofisticado para matar y destruir», sostuvo.
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