«Hamás es uno de los dos grupos terroristas más ricos del mundo, tras el Estado Islámico (EI)», según informó la revista «Forbes Israel».

Para financiar sus operaciones, estos grupos usan a veces métodos similares a los que se emplean en el crimen organizado - tráfico de drogas, robos, extorsión, etc. - y también consiguen fondos a través de donaciones y asociaciones benéficas.

En algunos casos, además, reciben financiación de gobiernos.

Los grupos disponen de un modelo de negocios para financiar sus actividades y para mantenimiento, salarios, entrenamientos y compra de armas, vehículos y equipamiento.

La organización más rica del mundo ahora y a lo largo de la historia, según «Forbes Israel» es el Estado Islámico (EI), con unos ingresos anuales de unos 2.000 millones de dólares. En segunda posición se encuentra Hamás, con 1.000 millones.

El tercer puesto en la lista de organizaciones terroristas lo ostenta la guerrilla colombiana de las FARC, a la que «Forbes Israel» atribuye unos ingresos de 600 millones de dólares anuales.

El grupo chiíta libanés Hezbolá figura en cuarta posición con 500 millones de dólares.

Los quintos son los talibanes, que disponen de 400 millones, Al-Qaeda y sus afiliados los siguen con 150 millones de dólares.

En séptimo lugar está el grupo paquistaní Lashkar e-Taiba, con 100 millones, en octavo, Al-Shabaab de Somalia.

Después viene el irlandés IRA Real, con unos fondos anuales de 50 millones de dólares, y la lista de los diez grupos más ricos la cierra Boko Haram con 25 millones de dólares.

El Tesoro de Estados Unidos estima que los yihadistas del EI ganan un millón de dólares al día con la venta de petróleo de los campos que controlan en Siria e Irak.

Pero «Forbes Israel» eleva esta cifra a 3 millones de dólares, un dinero que permite al EI ampliar sus operaciones en Oriente Medio, reclutar combatientes extranjeros y entrenarlos.

Según la información de la revista, la toma de control de Gaza por parte de Hamás en 2007 marcó el momento en que el grupo entró a formar parte de «la gran liga de las organizaciones terroristas».

«Forbes Israel» destacó que Hamás también recibió ingresos de los impuestos recogidos en Gaza a particulares, empresas y comercios y aseguró que se embolsa una parte de la ayuda que destinan a la franja varios países árabes y otros Estados.

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