Los rebeldes sirios del brazo local de Al Qaeda se apoderaron del último puesto de control de la frontera con Jordania que aún estaba en manos del régimen de Siria, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Por otra parte, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) penetró por primera vez en Damasco, bastión del régimen sirio, y se apoderó de la mayor parte del campamento de refugiados palestinos de Yarmuk.
«Grupos armados, aglutinados por el Frente Jabht al-Nusra, que recientemente anunció su adhesión a Al Qaeda, se apoderaron del punto de control de Nasib, en la frontera con Jordania, que estaba todavía en poder de las tropas de Bashar al-Assad.
Por el puesto fronterizo de Nasib, denominado Jaber en el lado jordano, pasan todas las mercancías producidas en el sector gubernamental con destino a Jordania y a los países del Golfo.
En Damasco, EI dio un asalto fulminante y se apoderó de la mayor parte del campamento de Yarmuk, barrio del sur de la capital siria, explicó a el director de asuntos políticos de la OLP en Siria, Anwar Abdel Hadi.
El responsable palestino indicó que los terroristas continuaban en ciertos sectores entre yihadistas y grupos armados palestinos. Es la primera vez que la organización yihadista, que controla desde 2013 grandes territorios del norte del país, penetra en la capital siria.
Yarmuk, situado a unos siete kilómetros de Damasco, es el campamento palestino más grande de Siria; antes de la guerra contaba con 160.000 habitantes, de los que quedan 18.000. Los residentes sufren carestía de comida, agua y medicamentos debido a un asedio casi total impuesto desde hace más de un año por el régimen.
En febrero de 2014, los grupos rebeldes sirios se retiraron del campamento tras alcanzar un acuerdo con las organizaciones palestinas armadas antirrégimen.
El OSDH también confirmó que el grupo extremista controlaba gran parte del campamento tras librar combates contra un grupo armado palestino hostil al régimen de Al Assad.
Los yihadistas llegaron procedentes de la localidad rebelde Hajar al-Aswad, contigua al campamento.
Según esta ONG, el ejército sirio bombardeaba Yarmuk con artillería y aviación, y también Hajar al-Aswad.
La irrupción de EI en el conflicto sirio complicó la situación: si bien el grupo extremista considera al régimen de Damasco su enemigo, también combate contra otros grupos rebeldes para lograr la hegemonía territorial.
El EI lanzó la ofensiva en Yarmuk tras la detención en el campamento de dos de sus miembros sospechosos de estar implicados en el asesinato de un responsable de Hamás, un asesinato imputado a EI.
Según esta fuente y el OSDH, el grupo que trata de resistir a EI en Yarmuk es la falange Aknaf Beit al-Maqdess, cercana a Hamás.
En el sur de Siria, donde las fuerzas del presidente Al Assad batallan contra diferentes grupos rebeldes desde hace más de cuatro años, los insurgentes lograron hacerse con el último puesto fronterizo con Jordania una semana después de la toma por los rebeldes de los sectores chiítas de Bosra al-Cham.
El ejército intentó expulsarlos sin éxito con barriles explosivos y obuses lanzados por la aviación, principal fuerza del régimen en la guerra contra los insurgentes.
Frente a ese revés, el ejército sirio, ayudado por Hezbolá, conquistó las colinas que rodean Zabadani, ciudad rebelde a unos 50 km al noroeste de Damasco y fronteriza con Líbano.
El OSDH aseguró que las tropas de Al Assad también avanzaban al oeste de Zabadani, en la región de Qalamun. Según una fuente de seguridad, el objetivo es cerrar todos los puntos de paso de armas entre Siria y Líbano.
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