Israel solicitó a Estados Unidos que incremente su ayuda a la comunidad drusa en Siria, donde es objeto del ataque de rebeldes sunitas en la región sureña de Jabal al-Druze, informó «Haaretz».

La solicitud fue hecha durante la visita que realizó la semana pasada a Israel el jefe del Estado Mayor Conjunto del ejército norteamericano, el general Martin Dempsey, precisó el rotativo.

Miles de personas se concentraron este fin de semana en aldeas drusas bajo control israelí en manifestaciones en las que llamaron a Israel y a la comunidad internacional a tomar medidas concretas para ayudar a la comunidad drusa siria, bajo amenaza de sufrir los embates de militantes del Estado Islámico (EI), grupos afiliados a Al Qaeda y otros rebeldes en la guerra civil siria.

«Detengan las massacres», era uno de los eslóganes coreados por los participantes que pedían «queremos a los drusos con nosotros», en una multitudinaria protesta en la que se recolectaron donaciones con la esperanza poder enviarlas a las familias drusas al otro lado de la frontera.

Dirigentes drusos en Israel urgieron recientemente a la cúpula militar y política del país a que asista a sus familiares en el territorio sirio tras los últimos ataques rebeldes en las aldeas de Khadr, en el Golán bajo soberanía siria y masacres ocurridas en una aldea drusa del norte de ese país.

Según «Haaretz», Israel estaría dispuesta a ofrecer asistencia humanitaria a los residentes de Khadr, cerca de la frontera bajo su control.

Sin embargo, tras celebrar consultas sobre la situación, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, y el titular de Defensa, Moshé Yaalón, asesorados por altos mandos resolvieron descartar la medida ante el temor de que pueda interpretarse como una injerencia y provocar que el Estado judío se vea involucrado en un conflicto del que no forma parte.

Dempsey aparentemente no se comprometió a facilitar ayuda de Estos Unidos, pero se prevé que el asunto sea analizado en Washington.

Cerca de 450.000 de los 700.000 drusos que se calcula residen en Siria, lo hacen en la región de Jabal al-Druze.

Esta comunidad que profesa una confesión surgida del islam y extendida por varios países de Oriente Medio, se ve amenazada por rebeldes sunitas en dos frentes: por el Frente Sur, una alianza de grupos rebeldes que incluye a extremistas del Jabaht al-Nusra, vinculados a Al Qaeda, en el oeste, y principalmente por los yihadistas del EI desde el este.

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