El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, aseguró que el envío de un contingente de tropas especiales a Siria no va contra su presidente, Bashar al-Assad, sino contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
«Esta no es una decisión de participar en la guerra civil en Siria y tampoco es una acción contra Assad, sino contra el Estado Islámico», dijo Kerry en rueda de prensa en Biskek, capital de Kirguistán, según informan medios rusos.
Kerry calificó de «acertada y rápida» la decisión del presidente de EE.UU, Barack Obama, de enviar tropas de tierra al país árabe, aduciendo que «la política consiste en acabar con el EI».
«Debemos destruir completamente el EI. EE.UU y otros 65 países forjaron una coalición y asumimos la responsabilidad de liquidar al EI para acabar definitivamente con la amenaza que representa», agregó.
El jefe de la diplomacia estadounidense destacó que esa organización yihadista tiene sus cuarteles generales en Siria e Irak, pero «alcanzó con sus tentáculos Afganistán, Irán y Siria».
«Quien crea que esto no representa una amenaza a largo plazo se equivoca. El EI es el mal personificado, es una amenaza para la paz, ya que la esclavitud y la violencia es para ellos algo habitual. Amenaza a EE.UU, Canadá, México y a todos los países del mundo. Es una amenaza actual ante la que debemos reaccionar», destacó.
Reconoció que la decisión de Obama fue tomada a petición suya y se mostró convencido de que todos los interesados en acabar con el terrorismo saldrán beneficiados si luchan juntos contra la amenaza yihadista.
Obama modificó su estrategia en Siria al autorizar, por primera vez desde que empezara la guerra en el país árabe, el envío de un reducido número de tropas a una zona del norte del país controlada por los kurdos para asesorar a los opositores al régimen de Assad que luchan en esa región contra el EI.
Las tropas especiales asistirán y mejorarán la capacidad de la oposición moderada que combate contra los yihadistas.
En 2013, Obama estuvo a punto de autorizar una acción militar «limitada» contra el régimen de Assad, a raíz de las denuncias sobre el uso de armas químicas contra la población civil, pero finalmente dio marcha atrás y decidió seguir confiando en la diplomacia.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, criticó en Viena, donde se celebró la reunión ministerial para el arreglo del conflicto en Siria, la decisión «unilateral» de Obama de enviar tropas a Siria sin el beneplácito de Damasco ni el mandato de la ONU.
«Rusia aboga invariablemente porque la lucha contra el terrorismo se efectúe en virtud del derecho internacional, se trate de operaciones aéreas, terrestres o con contingentes», declaró.
«Para ello, el país implicado debe contar con el beneplácito del Gobierno correspondiente y sobre la base de una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU», agregó.
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