El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro británico, David Cameron, coincidieron en que es probable que una bomba haya derribado el avión de pasajeros ruso que cayó en el Sinaí hace cinco días, un escenario que Rusia y Egipto consideraron una especulación prematura, en medio de creciente controversia por el desastre.
«Creo que existe la posibilidad de que hubiera una bomba a bordo» del avión, afirmó Obama en una entrevista con la emisora estadounidense Kiro Radio.
Tanto la CIA como el gobierno británico hablaron de la posibilidad de que el avión fuese derribado por una bomba y, de hecho, Londres decidió cancelar los vuelos que procediesen de la zona del siniestro.
Cameron dijo que la decisión de suspender todos los vuelos obedeció a que «información de inteligencia indica que fue una bomba lo que causó la caída del aparato» y la muerte de sus 224 ocupantes, el sábado pasado.
El primer ministro expresó su solidaridad con las autoridades de Egipto, un país que depende en gran medida del turismo, pero agregó que tomó la decisión - que dejó varados a miles de sus compatriotas en el balneario egipcio de Sharm el Sheij - porque «la seguridad de los británicos tiene prioridad».
La rama egipcia del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que opera en el Sinaí, reivindicó el derribo del avión como represalia a la campaña de bombardeos de Rusia contra el EI en Siria, pero no mostró pruebas ni informó cómo lo hizo, mientras continúan las investigaciones para determinar las causas del desastre.
El avión, de la compañía rusa Metrojet, se dirigía a San Petesburgo, pero se estrelló poco después de despegar del aeropuerto de Sharm el Sheij sobre el mar Rojo.
Sumándose al Reino Unido, la compañía de bandera alemana Lufthansa, Holanda y Ucrania suspendieron sus vuelos hacia y desde el Sinaí por la situación de seguridad en la península egipcia.
Irlanda también prohibió los vuelos a la misma región a los operadores de su aerolínea.
«No sabemos con certeza que haya sido un ataque terrorista, pero es una fuerte posibilidad. Aún hay una investigación que está teniendo lugar en Egipto. Necesitamos ver los resultados», afirmó Cameron en su residencia oficial antes de reunirse con el presidente egipcio, Abdel Fatah al-Sisi.
Más tarde, el jefe de gobierno británico habló telefónicamente con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien le pidió manejarse con los datos que arroje la investigación oficial a la hora de evaluar las causas del siniestro, informó el Kremlin en un comunicado.
Ambos líderes intercambiaron opiniones sobre el desastre aéreo y analizaron asuntos relativos a la «lucha conjunta contra el terrorismo internacional» en una conversación telefónica, que se celebró a iniciativa de la parte británica, según la Presidencia rusa.
Mientras un equipo de expertos británicos trabaja con Egipto para reforzar las medidas de seguridad en el aeropuerto de Sharm el Sheij a fin de que se reanuden los vuelos, Cameron señaló que su Gobierno quería comenzar a repatriar a los turistas británicos «tan pronto como sea posible».
El premier agregó que los británicos serán traídos a casa en aviones que saldrán vacíos desde Reino Unido, pero que esto llevará tiempo.
«Egipto deberá implementar medidas de seguridad a largo plazo y más estrictas antes de que Reino Unido decida reanudar los vuelos con plena normalidad», aseveró el ministro de Transporte británico, Patrick McLoughlin, al comparecer ante la Cámara de los Comunes del Parlamento.
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