El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó a Turquía de ser cómplice del terrorismo por derribar un bombardero ruso Su-24 cuando sobrevolaba el espacio aéreo de Siria en una misión contra el Estado Islámico (EI).
«Este incidente se sale de los marcos de la lucha contra el terrorismo, es un golpe a traición asestado por los cómplices del terrorismo. No lo puedo llamar de otra forma», afirmó el mandatario ruso.
Putin advirtió de que este suceso «tendrá graves consecuencias para las relaciones ruso-turcas».
«Siempre tratamos a Turquía no sólo como un vecino cercano sino como un país amistoso. No sé quien tenía interés en lo que pasó. Nosotros no. En cualquier caso, nuestros pilotos y nuestro avión nunca amenazaron el territorio de Turquía», aseguró.
Según analistas, este altercado entre Rusia y Turquía afectará tanto a los planes de crear una coalición internacional antiterrorista así como al arreglo político del conflicto en Siria.
Por su parte, el embajador de Rusia en Francia informó que el segundo piloto del avión militar ruso derribado está en manos del Ejército sirio. Alexander Orlov dijo en declaraciones a la radio Europe-1 que uno de los pilotos resultó herido y, una vez en tierra, fue asesinado por yihadistas. El otro «logró escapar y ser rescatado por el Ejército sirio», dijo sin ofrecer más detalles.
Asimismo, el diplomático acusó a Turquía de ser «cómplice» de los extremistas del EI y de jugar un papel ambiguo en la guerra civil siria.
Previamente, el canal de televisión libanés Al Mayadeen informó que militares sirios lograron evacuar al segundo piloto del bombardero ruso Su-24.
Según el canal, la operación de búsqueda duró seis horas, después de las cuales los militares sirios necesitaron dos más para evacuar al piloto ruso de la zona. Posteriormente fue llevado por aire hasta la base aérea rusa de Hmeymim.
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó que un bombardero táctico Su-24 perteneciente a la Fuerza Aérea rusa se había estrellado en Siria, cerca de la frontera con Turquía.
Según el ministerio, el avión siniestrado volaba exclusivamente sobre el territorio de Siria y no violó la frontera con Turquía, tal como señalan medios objetivos de control.
«Rusia enviará sistemas antimisiles S-400 a la base Hmeymim en Siria», declaró el titular de Defensa, Sergei Shoigú durante una reunión en su ministerio.
A su vez, el ex jefe del Departamento de Inteligencia del Estado Mayor de Turquía, ?smail Hakki Pekin, declare que Ánkara cometió un gran error al derribar el avión militar ruso en la frontera turco-siria.
«Los turcomanos representan como máximo un 2% en la población de la zona fronteriza siria de Bayirbucak, mientras que la mayoría son terroristas uigures y chechenos. Fue un gran error derribar un avión que realizaba una operación contra esos elementos terroristas. Un avión que no implicaba peligro alguno para la seguridad de Turquía ni actuaba de forma hostil», valoró Pekin.
El ex jefe de Inteligencia puntualizó que «tras el reciente acuerdo de bases militares Turquía pierde posiciones en la región, se desvincula de otros países regionales y se acerca de forma gradual a Estados Unidos».
«Se aleja de Irán, Siria e Irak y se arrastra cada vez más en la órbita política de Washington», señaló el experto y agregó que con este cambio de línea «los incidentes se producen uno tras otro».
Pekin advirtió que Turquía podría acabar en el Tribunal de La Haya por su implicación en el contrabando petrolero del EI.
«Con gran dosis de probabilidad el crudo del EI se transporta por nuestros oleoductos. Una parte llega en petroleros, después lo cual pasa a las refinerías», dijo.
El organismo turco que investiga los delitos financieros, Masak, sabe según él adónde va el petróleo de los yihadistas, quién recibe el dinero por la venta y cómo se blanquea.
«Todo es sabido pero hacen la vista gorda diciendo que necesitamos dinero», indicó el ex jefe de Inteligencia turco.
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