La Organización de las Naciones Unidad advirtió de que las voces de lo extremistas no dejan de ganar fuerza en el conflicto entre Israel y la Autoridad Palestina (AP) y afirmó que la actual ola de violencia no puede convertirse en una situación normal.
«Las circunstancias actuales no deben aceptarse como la nueva normalidad. Los israelíes y los palestinos no deben resignarse a vivir bajo la amenaza de la violencia», dijo ante el Consejo de Seguridad el subsecretario general para Asuntos Políticos de Naciones Unidas, Miroslav Jenca.
En su análisis mensual del conflicto, la ONU subrayó que pese al descenso de los ataques vividos en las últimas semanas, el «derramamiento de sangre no se detuvo» y las perspectivas para una verdadera solución del conflicto están «más lejanas que nunca».
«Los líderes de las dos partes no pueden seguir ignorando las causas subyacentes que perpetúan la violencia y alimentan el extremismo en todos los bandos», dijo Jenca.
Según aseguró, de esa situación se están aprovechando actualmente las «voces extremistas, que tratan de sabotear cualquier esfuerzo genuino para reconstruir la confianza».
«Las voces extremistas son las que actualmente resuenan. Las voces que desean capitalizar las más oscuras de las emociones humanas mientras buscan sabotear todo esfuerzo auténtico para recuperar la confianza. Pero ¿dónde están las voces que piden la contención?», preguntó.
«¿Dónde están los partidarios de la paz, la tolerancia y un futuro palestino-israelí compartido? ¿Cómo podemos empezar a devolver impulso a estos defensores de la razón? Estas preguntas exigen respuestas, ante todo de los líderes israelíes y palestinos».
Para la ONU, la principal responsabilidad a la hora de cambiar esta situación corresponde a los líderes israelíes y palestinos.
«Superar los desafíos actuales en Israel y Palestina requerirá una visión sin precedentes por parte de las dirigencias israelí y palestina para ver más allá de las confrontaciones actuales y tomar medidas audaces para crear un futuro pacífico», afirmó Jenca.
«Les corresponde a ellos elegir si quieren mostrar liderazgo para construir una paz y seguridad sostenibles o si van a permitir que su pueblo se suma en la incertidumbre mientras el radicalismo y el extremismo se impone», señaló el diplomático.
Una vez más, en nombre de Naciones Unidas, Jenca llamó a los dirigentes de las dos partes a dar «pasos decididos hacia la paz» y dijo que la organización apoyará esos esfuerzos en todo momento.
«Les hago un llamado para que dejen sus miedos políticos inmediatos y se concentren en el bien mayor de lograr una paz sostenible de largo plazo para los palestinos y los israelíes», agregó el funcionario.
Pero Jenca también explicó que la estrategia integral para limitar tal amenaza no puede depender únicamente de medidas de seguridad reforzadas. «También debe abordar los principales elementos que motivan el enojo palestino».
El enviado de la ONU agregó que las declaraciones israelíes de compromiso con una solución de dos Estados aún tienen que ser seguidas por acciones «que demuestren la sinceridad de este compromiso mientras los asentamientos profundizan sus raíces en la parte ocupada de Cisjordania».
Jenca también dijo que la impunidad percibida en los casos de violencia de los colonos contra los palestinos también condujo a la violencia e indicó que graves preocupaciones siguen socavando la posibilidad de poner fin a la violencia y de recuperar la confianza.
«Estas injusticias asociadas con una ocupación que parece no terminar contribuye a una perspectiva, particularmente entre los jóvenes, de que no tienen nada que perder sacrificando sus vidas», dijo el enviado de la ONU.
El diplomático citó las extensas restricciones al movimiento de los palestinos que limitan el acceso a los servicios básicos y a las fuentes de sustento y las demoliciones israelíes de casas palestinas en el valle del Jordán.
«Las autoridades israelíes también llevaron a cabo dos demoliciones punitivas contra familias de condenados o acusados de ataques. Tales actos son una clara violación al derecho internacional, agravan un ambiente ya tenso y podrían ser contraproducentes», destacó.
En el aspecto positivo, Jenca dijo que cuatro meses después de que la familia Dawabshe fuera brutalmente asesinada en la aldea cisjordana de Duma, Israel hizo algunos arrestos.
«Aprovecho esta oportunidad para resaltar la necesidad de acusar y presentar rápidamente ante la justicia a los responsables de este terrible crimen», añadió.
En cuanto a la situación en Gaza, señaló que a pesar de los persistentes desafíos a la seguridad y la gobernanza y de la escasez de financiamiento, la reconstrucción avanza tras la guerra del año pasado entre Israel y Hamás.
«Se reparó más del 90% de las escuelas y hospitales dañados y se terminaron las reparaciones o siguen ahora en curso en cerca de la mitad de las casas parcialmente dañadas», informó.
«Reactivar la economía y los sectores productivos también sigue siendo una importante tarea pendiente», dijo Jenca, quien pidió a los donadores traducir las promesas en desembolsos.
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