El líder opositor sirio, Kamal al-Labwani, propuso crear una «zona segura» en el área del sur de Siria, en la frontera con Israel, que suponga un refugio para refugiados de la guerra y un punto central para la entrada de ayuda humanitaria.
Labwani, de 58 años, expuso su idea en un encuentro con la prensa en Jerusalén, ciudad que ya había visitado antes.
«No creo en los gobiernos, no creo en las fronteras, quiero conseguir ayuda para los civiles», señaló el opositor sirio, quien contactó con el empresario israelí-norteamericano Moti Kahana, fundador de la ONG «Amaliah» y presente también en la rueda de prensa.
Labwani, nacido en la localidad de Zabadani, cerca de Damasco y de la frontera con Líbano, es médico y artista y fundó la Unión Democrática Liberal Siria, un partido de oposición al presidente sirio Bashar al-Assad.
Pasó varios años en la cárcel y fue liberado en noviembre de 2011, cuando la guerra en Siria ya había empezado. Según la ONG pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI), era «un preso de conciencia».
«Tenemos que crear en la frontera con Israel una zona segura para los civiles, para darles la capacidad de reconstruir su sociedad y vivir sin combatientes», apuntó Labwani.
«Tendrá que estar bajo la protección de la ONU y será una zona libre de combatientes. Les pediremos a los que luchan que muevan sus posiciones a cambio de acoger a sus familias en esta zona», explicó.
«Lo único que necesitamos de Israel es que no diga que no, queremos que nos ayude a tener esta zona segura y a crear un corredor humanitario para que los refugiados puedan salir de Siria, entrar en Israel y llegar a Haifa», indicó el opositor.
«Una vez en Haifa, que nos faciliten barcos para mandar a la gente a Europa, lejos de la guerra», señaló Labwani, que se reunió en Israel con el viceministro de Cooperación Regional, Ayoub Kara, representantes políticos y de organizaciones internacionales para presentarles su iniciativa.
La zona segura no implicará un área de exclusión y estará protegida sólo «por los propios civiles de la zona» y por los grupos que defiendan el territorio de los posibles ataques de otras formaciones «como Estado Islámico (EI) y Hezbolá.
«Será una zona de 23 kilómetros de largo (de norte a sur) y 10 de ancho, una propuesta piloto para llegar a algo más grande. Es una manera distinta de pensar cómo salir de esta crisis y que nuestros hijos tengan un futuro», afirmó.
Labwani, que ahora vive en Suecia con asilo político y que entró por última vez en Siria en 2014, descartó la posibilidad de que Israel reciba refugiados en los Altos del Golán.
«Ahora no podemos resolver el problema entre Siria e Israel, hay que concentrarse en algo más pequeño y concreto. Pero si logramos cooperar en este tema con Israel, luego será más fácil encontrar una solución y conseguir la paz entre los dos países», subrayó.
Labwani elogió a Israel, un país enemigo de Siria, y a Jordania por «su cooperación, que permite mantener el sur de Siria en condiciones mejores que el norte».
El opositor alabó a las autoridades israelíes por prestar tratamiento médico a heridos - incluidos muchos combatientes rebeldes - en hospitales israelíes y explicó que su proyecto cuenta con el apoyo de la comunidad judía de Estados Unidos.
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