Bautizarse en el río Jordán ya no será ni sagrado ni tan saludable. Según el ministerio de Salud israelí, conlleva un serio riesgo para quienes lo frecuentan ya que los niveles de contaminación del afluente superan cuatro veces los límites establecidos de aguas para baño.

Los ecologistas aseguraron que el Jordán es un riesgo para las personas que llegan para llevar a cabo bautismos. Por tal motivo, el ministerio de Salud hebreo, publicó un decreto donde se ordenó realizar un análisis que determine los niveles de contaminación en el bajo Jordán y, mientras se esperan los resultados, dio instrucciones, advirtieron a los bañistas, de que sus aguas están contaminadas y prohíbió bañarse en ellas.

En ese tramo del río se encuentra el lugar conocido como Qaser el Yehud, cerca de la ciudad cisjordana de Jericó, donde San Juan bautizó a Jesús.

Esto es lamentable para los peregrinos que llegan Israel y tienen el privilegio de bautizarse en el Jordán y sobre todo para el ministerio de Turismo que en los últimos meses invirtió dos millones de dólares para acondicionar el margen occidental de la bíblica ribera en ese punto.

El proyecto podría ser suspendido si los análisis ordenados confirman las afirmaciones de los ecologistas.

El Jordán, tiene una gran significado espiritual para las tres principales religiones monoteístas - judaísmo, cristianismo e islam -, pero perdió la mitad de su biodiversidad.

De sus orillas desaparecieron nutrias y lechuzas que pudieron soportar la salinidad y la ausencia de corriente.

Muchos de los árboles que bordeaban el Jordán fueron sustituidos por juncos, más resistentes al deterioro del ecosistema.

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