Tal como estaba previsto, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu triunfó en las primarias del Likud. Con el 74 % de los votos, doblegó a su único rival y exponente del ala más radical del partido, Moshé Feiglin, que obtuvo el 24 % apoyado principalmente por los habitantes de los asentamientos judíos en Cisjordania.
Los principales ministros y diputados del Likud no presentaron su candidatura dado el apoyo a Netanyahu o al hecho que éste era el gran favorito.
Por quinta vez desde que en 1993 tomara el relevo de Itzjak Shamir, Netanyahu fue elegido máximo dirigente del partido que actualmente gobierna Israel. Salvo el periodo posterior a su derrota electoral de 1999 ante Ehud Barak y los años de su gran rival, Ariel Sharón, como líder y primer ministro antes de fundar el partido Kadima, Netanyahu es la figura principal del Likud en los últimos 19 años.
El primer ministro llegó pasadas la 1:00 de la noche a la sala del Centro de Congresos de Tel Aviv para pronunciar su discurso de victoria.
«Durante toda la jornada, me reuní con militantes beduinos, drusos, musulmanes y judíos. Hemos demostrado que los cimientos de este partido son sólidos. El Likud es una formación democrática, liberal y nacional que lidera con responsabilidad el Estado de Israel», afirmó.
«Gracias a todos por la confianza y el apoyo constante que me han dado», agregó Netanyahu antes de la publicación oficial de los resultados.
«Hoy ha triunfado el verdadero Likud. Hemos demostrado que nuestra fuerza es la unidad. Vamos a seguir dirigiendo el país de modo responsable por la educación, la economía, la seguridad y por el bien de todos los israelíes», a?adió.
El gran temor de Netanyahu era un apoyo interno importante a Feiglin, identificado con el sector más extremista. Básicamente porque ese argumento sería usado por la oposición de centro izquierda. Según el mandatario, Feiglin está lejos de la agenda del partido.
«El Likud es un movimiento liberal y nacionalista que defiende un Israel democrático y judío. Feiglin no representa nuestro ideario y sus seguidores incluso no suelen votar al Likud en las generales», dijo el ministro Mijael Eitán.
Feglin, por su parte, se mostró satisfecho: «Hemos hecho casi lo imposible. En las condiciones que impuso el primer ministro, hemos mejorado nuestra posición en el partido».
Según datos oficiales del Comité Electoral, Netanyahu obtuvo el 74% de los votos mientras que Feiglin consiguió el 24%. La tasa de participación entre los 125.000 miembros registrados fue de 48%, según la prensa.
Al anunciar la celebración de estas primarias a fines del año pasado, Netanyahu sorprendió y alimentó rumores de elecciones anticipadas, ya que el actual período legislativo finaliza en noviembre de 2013.
En su discurso, Netanyahu pareció excluir esa perspectiva, al indicar que «tenemos tiempo» a propósito de los próximos comicios nacionales.
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