En una entrevista al Canal 1 de la televisión israelí, el ex dirigente laborista, Amir Peretz, que a a pocas horas del cierre de las listas electorales «emigró» al nuevo partido Hatnuá, liderado por la ex ministro de Exteriores, Tzipi Livni, destacó que la única realidad que deberán enfrentar los ciudadanos a la hora de votar el será «O Tzipi o Bibi», refiriéndose al actual primer ministro, Binyamín Netanyahu.
Peretz, ex ministro de Defensa, ex jefe del Partido Laborista y ex líder sindical, vio crecer su popularidad en las últimas semanas debido al éxito del sistema antimisiles «Cúpula de Hierro» impulsado por él y que interceptó centenares de cohetes disparados desde Gaza durante la reciente ofensiva israelí «Pilar Defensivo» en la franja costera palestina.
Elegido hace pocos días en un digno tercer lugar en las primarias del laborismo, su abandono fue la enésima sorpresa de una campaña preelectoral caracterizada por la unión de los dos principales partidos de la derecha, el auge del laborismo, el frenético cambio de filas y la creación de nuevos partidos en el dividido bloque centro izquierda.
Según Peretz, Hatnuá en el período que resta hasta los comicios llegará a suponer una alternativa real a la lista conjunta del Likud de Netanyahu e Israel Beiteinu de Avigdor Lieberman, clara favorita en los sondeos de intención de voto.
«Llegó el momento de cambiar a este gobierno irresponsable que aísla a Israel y dar nuevas esperanzas a los israelíes», afirmó Peretz, que tradujo su preocupación por Israel en dar «un paso importante y valiente».
Sus malas relaciones personales con la jefa del partido laborista, Shelly Yachimovich, y las discrepancias sobre qué estrategia desarrollar ante Netanyahu - Yachimovich prefiere la agenda social mientras que Peretz no descarta el proceso de paz - causó su dramática marcha del movimiento que le vio crecer y liderar.
«Intenté ayudar a la líder del Partido Laborista pero ella no quiso. No tiene derecho a renunciar a la visión de las negociaciones de paz. Sentí hostilidad en mi propia casa. Me uní a Livni porque es coherente con sus convicciones, porque se negará a formar gobierno con Netanyahu y para crear en Israel una Cúpula de Hierro social y diplomática», agregó.
«Creo en Israel y me opongo a este gobierno que está provocando un deterioro a todos los niveles. Livni es una seria alternativa, una mujer íntegra con experiencia y comprometida con el futuro del país. Al final de la campaña electoral, los ciudadanos entenderán que existen sólo dos posibilidades: o Tzipi o Bibi», añadió.
Curiosamente el número dos de la lista Hatnuá de Livni lo ocupa también un ex líder del Partido Laborista, Amram Mitzna.
Pese o quizás debido a la movida de Peretz, el centro izquierda israeí se encuentra más enfrentado y dividido que nunca, lo que, según las encuestas, aseguraría la victoria de la ultrderecha nacionalista y religiosa.
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