El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu expresó hoy a medios locales su preferencia por formar un Gobierno de unidad nacional, pero señaló que los candidatos de los partidos de centro-izquierda descartaron esa posibilidad.

Netanyahu, que concedió entrevistas a la radio estatal israelí y a la radio del Ejército, «Galei Tzáhal», afirmó que «quien quiera unirse a una coalición basada en mis principios será bienvenido. Pero entre tanto, son ellos quienes me están rechazando».

Netanyahu respondió así a los esfuerzos de las líderes Shelly Yachimovich del Laborismo y Tzipi Livni de Hatnuá, para formar un bloque opositor que impida que él sea reelecto.


Livni pidió a Yachimovich y a Yair Lapid de Yesh Atid formar un frente unido que constituya una alternativa  a la lista conjunta Likud Beiteinu dos días después de que la jefa del Partido Laborista afirmase que prefería ser líder de la oposición a unirse a una coalición de Netanyahu.

El mandatario israelí manifestó que aceptaría a Livni, Lapid y Yachimovich como ministros, pero sólo a condición de «ir según mi agenda diplomática y económica, que creo que es responsable y que ya fue demostrada».

Netanyahu agregó que Livni podría ser ministro en su Gobierno, «pero no se ocuparía de asuntos como las negociaciones con los palestinos y otros temas de seguridad».

En cuanto a Yachimovich, Netanyahu aseguró que ella también podría ser ministro, pero se rió ante la sugerencia de que le daría la cartera de Hacienda. «Por el bien de la economía israelí, debo continuar con la política responsable que implementé hasta ahora», dijo.

El primer ministro abordó lo que fue descrito como la radicalización de su partido, el Likud, y afirmó que «el Likud es un partido democrático donde hay gran variedad opiniones, pero la dirección principal será dirigida por mí».

Netanyahu aseguró que si es elegido para liderar el próximo Gobierno, unas de sus principales prioridades será «tratar el tema de la vivienda, el cambio del sistema gubernamental y la igualdad de esfuerzo de los ciudadanos en lo que respecta al servicio militar». «Pero no se apuren», señaló sonriendo. «Todavía no gané».

El primer ministro rechazó los comentarios de ex jefe del Mossad, Yuval Diskin, realizados durante este fin de semana, acerca de que él y su ministro de Defensa, Ehud Barak, sonn irresponsables en el manejo de la amenaza iraní y ponen sus intereses personales por sobre los de Israel.

«Se trata de cosas que dijo como resultado de todo tipo de frustraciones personales», afirmó Netanyahu, quien agregó que su Gobierno consiguió que «el mundo entienda realmente la amenaza iraní y lleve a cabo acciones concretas para detenerla».

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