El Tribunal Supremo israelí prohibió al Gobierno y a la Knéset que renueven la llamada «Ley Tal» que exime a los jóvenes ultraortodoxos del servicio militar, al considerar que es inconstitucional y discriminatoria.
La Ley Tal, aprobada hace 10 años tras un acuerdo que regulaba la histórica exención del servicio militar de la que disfrutan estos jóvenes desde 1948, vence el próximo mes de agosto y su renovación requiere seis meses de anticipación.
El Gobierno israelí y la Knéset habían comenzado el proceso pero la oposición de algunos diputados y grupos sociales de acción lo llevó a debate del tribunal.
Seis jueces votaron contra la prórroga y tres a favor, declararon la ley inconstitucional y prohibieron seguir con su actual formato.
«La ley viola el derecho esencial de la igualdad», dijo sin tapujos la presidenta de la Corte, Dorit Beinish.
La Ley Tal, aprobada en 2002, regulaba por primera vez que los seminaristas rabínicos que estuvieran estudiando en jornada completa quedaran exentos del servicio militar, una norma que ya existía desde 1948, año que se fundó el Estado de Israel.
El dictamen establecía también la posibilidad para que estos estudiantes, una vez casados, pudieran trabajar sin exponerse a ser reclutados y quedar condenados a la pobreza, y el que muchos de ellos que no quisieran seguir en el seminario pudieran incorporasen a las filas militares en condiciones aceptables para su estricta forma de vida.
Desde entonces se creó una unidad especial que sólo acoge a ultraortodoxos, en cuyas bases no hay mujeres, comida supervisada especialmente por miembros de su comunidad, y en la que los rezos tres veces al día forman parte de su agenda de servicio.
Con no poco cinismo, la presidenta de la Corte Suprema también criticó a los gobiernos israelíes de la última década por el dudoso «logro» de que tan sólo «888 estudiantes» se alistaran en Tzáhal, de un total de 61.000 jóvenes.
«Nueve años después los números demuestran el fracaso de la ley», refiere el fallo judicial sin dejar lugar a apelaciones.
El ministro de Defensa, Ehud Barak, ex jefe del Ejército, confirmó después del veredicto que desde su punto de vista la ley expirará a partir de agosto.
El primer ministro, Binyamín Netanyahu, que tiene en su coalición de gobierno a dos partidos ultraortodoxos de los que depende para gobernar, expresó también su deseo de un «reparto más equilibrado de las obligaciones ciudadanas», y en un comunicado dijo que lo hará «a través de una nueva ley en los próximos meses».
Los diputados ultraortodoxos, que se oponen a que los jóvenes de su comunidad salgan de las aulas rabínicas, aseguraron que de una u otra forma «los estudiantes seguirán estudiando Torá después de agosto» y que nadie debe esperar su alistamiento masivo.
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