El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, manifestó que la decisión de no impedir la evacuación de cinco viviendas en un enclave judío en Cisjordania reforzará de hecho la política de asentamientos, que prometió expandir.
El Parlamento israelí rechazó por una amplia mayoría la propuesta presentada por varios diputados de ultraderecha para legalizar retroactivamente cinco edificios en en el barrio de Ulpana, en cumplimiento de una sentencia judicial.
«La ley que iba a ser aprobada en la Knéset perjudicaría la empresa de los asentamientos. Sin embargo, ahora éstos serán reforzados», declaró el jefe del Ejecutivo israelí en una comparecencia ante los medios en su oficina de Jerusalén.
Netanyahu afirmó que la decisión de no impedir la evacuación de viviendas en el barrio de Ulpana, aledaño al asentamiento de Bet El y situado al norte de Cisjordania, «no fue simple ni sencilla, incluso aunque se trate de cinco casas».
El mandatario abundó en que el Gobierno acata las resoluciones del Tribunal Supremo: «El Tribunal dictaminó lo que dictaminó y hay que acatar lo que se decide».
No obstante, y en claro gesto hacia los más de medio millón de judíos residentes en Cisjordania, Netanyahu señaló que en Bet El permanecerán residiendo 30 familias, a las que se sumarán 300 nuevas.
Asimismo y sin mencionar directamente a los palestinos de la vecina aldea de Dura al Qara que interpusieron la demanda ante el Tribunal Supremo por la confiscación de sus terrenos, hizo una advertencia a «aquellos que pensaban que pueden utilizar al tribunal para lograr sus propios propósitos».
«En lugar de reducir la política de los asentamientos, la ampliaremos», apostilló.
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