Miles de manifestantes israelíes ultranacionalistas, entre ellos miembros del Gobierno y diputados de la coalición que lidera el primer ministro Binyamín Netanyahu, se reunieron en Cisjordania para alentar la construcción de asentamientos y para protestar por las actuales negociaciones con los palestinos.
Los manifestantes marcharon a través del corredor denominado E1 que separa Jerusalén del asentamiento de Maalé Adumim.
Entre los políticos que asistieron a la protestas estuvieron el ministro de Transporte, Israel Katz, el ministro de Vivienda, Uri Ariel, el viceministro de Exteriores, Zeev Elkin, y el viceministro de Defensa, Danny Danón.
El ministro Ariel, él mismo un colono, pidió mantener la construcción en los asentamientos de Cisjordania, en particular en el corredor E1.
Los manifestantes exhortaron a Netanyahu a «no ceder ante entidades extranjeras», en referencia a los esfuerzos del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, para impulsar las tratativas.
Por su parte, Danón prometió a los congregados que al igual que en otros lugares, se levantarán nuevas casas para israelíes más allá de la Línea Verde.
«Estamos aquí para decirle al primer ministro Netanyahu, que el partido Likud no va a asumir el papel de subcontratista y llevar a cabo la política de la ministra de Justicia Tzipi Livni», que lidera el diálogo con los palestinos, afirmó.
«Le recuerdo que durante el primer mandato del primer ministro los estadounidenses presionaron para que no se construyera en Har Homá (barrio de Jerusalén). Él tuvo el coraje de desafiarlos y ahora hay allí 6.000 nuevas viviendas. Les prometo que aquí el Estado de Israel también construirá miles de casas», agregó Danón.
En la misma línea se pronunció el viceministro Elkin, quien aseguró que estaban allí para «decirle al mundo que Israel es nuestra tierra y que tenemos derecho a construir aquí. Nuestro compromiso es con nuestros votantes, no con las naciones del mundo», recalcó.
El movimiento colono judío se opone a cualquier propuesta que signifique el desmantelamiento de decenas de asentamientos construidos en territorios conquistados por Israel en la Guerra de los Seis Días, en 1967.
En las últimas semanas, su resistencia se multiplicó después de que se filtrara que en el acuerdo marco que trata de negociar Kerry, los palestinos exigen, entre otros asuntos, que se incluya el abandono escalonado por parte de Israel del valle del Jordán, en Cisjordania.
Aunque Netanyahu dijo en varias ocasiones que no es su intención obligar a ningún israelí a abandonar su casa, la idea de que algunos asentamientos pudieran quedar bajo soberanía palestina encresparon los ánimos.
Cuando en el pasado mes de noviembre Israel anunció la edificación de 1.200 unidades habitacionales en el corredor E1, Netanyahu ordenó al ministro Ariel retirar los planes para construir por temor a consecuencias internacionales.
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