El representante palestino ante la ONU, Riyad Mansour, defendió el compromiso de los movimientos Al Fatah y Al Fatah para formar un Gobierno de unidad interino, y rechazó las amenazas israelíes encaminadas a abortar dicho acuerdo.«Nuestra unidad nacional es el supremo y más alto elemento en el orden de requerimientos de la causa palestina», sentenció el embajador - con rango de observador permanente - de la Autoridad Palestina ante la organización mundial.
Mansour valoró el resultado de las conversaciones sostenidas en Doha por el presidente de la Autoridad Palestiba y líder de Al Fatah, Mahmud Abbás, con el jefe político de Hamás, Khaled Mashal.
Abbás y Mashal platicaron el domingo último en dos ocasiones y firmaron el lunes, ante el emir de Qatar, el jeque Hamad Bin Khalifa Al Thani, como testigo, un acuerdo para crear un Ejecutivo de unidad que velará por la realización de elecciones.
En base a dicho entendimiento, Abbás fue designado primer ministro del futuro gabinete provisional, en tanto vía de conciliar intereses de Al Fatah, que administra Cisjordania, y Hamás que controla la Franja de Gaza desde 2007.
Mansour subrayó que «el éxito en unificar las dos alas de nuestra patria y nuestro sistema político nos permitirá superar todos los desafíos y dificultades que estamos encarando. Incluso, nos facilitará continuar nuestra lucha con un enfoque adicional, para acabar la ocupación y lograr la independencia», acotó.
«Israel es siempre el enemigo, Israel es siempre la potencia ocupante, es y será siempre un obstáculo en nuestro camino, y ese es nuestro destino, luchar con todo nuestro poderío y con la ayuda de todos nuestros amigos para tener éxito en poner fin a la ocupación», agregó refiriéndose a cómo debe reaccionar Abbás a la advertencia del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, de que deberá escoger entre la paz con Hamás o la paz con Israel.
El vocero de Al Fatah, Fayez Abu Eita, también afirmó en la sede de la Liga Árabe en El Cairo que la reconciliación con Hamás es «interés supremo» y que Israel es «el verdadero obstáculo para la paz y el primer interesado en fomentar la división palestina».
«La reconciliación es un interés nacional supremo y un tema palestino interno; ni Israel ni nadie tiene derecho a interferir en esos asuntos», puntualizó el portavoz en la misma línea que Mansour, al coincidir en que son inaceptables las amenazas sionistas.
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