El embajador de Irán en España, Morteza Saffari, solicitó a la comunidad internacional en nombre de su país que exhiba, en las próximas conversaciones con el Grupo 5+1 que tendrán lugar en Bagdad, una actitud estrictamente de diálogo para mantener la dinámica positiva de las últimas negociaciones de Estambul, sin sanciones ni condiciones previas, refrendada por mensajes «indirectos» de EE.UU a Teherán que contradicen las advertencias lanzadas por el presidente Obama tras la cumbre del G-8, que Irán atribuye a motivos puramente electorales.
Saffari indicó que los positivos resultados del encuentro previo mantenido en Estambul entre representantes de su país y del grupo de negociación internacional, arroja buenas perspectivas de cara a la reunión del próximo miércoles en la capital de Irak.
No obstante, el embajador abogó por un «enfoque constructivo y sin condiciones previas, libre de presiones como las que intentan ejercer Israel y algunas formaciones radicales de Estados Unidos, como el lobby projudío AIPAC», que según Saffari iniciaron contactos con autoridades europeas para imponer un cambio de ritmo en las negociaciones.
El embajador recalcó que la imposición de sanciones contra la República Islámica por su programa civil de enriquecimiento de uranio no tuvo efectos negativos en la «estable» economía nacional, como demuestran a su juicio las recientes políticas de «supresión de subsidios» que en cualquier otro país habrían causado graves problemas.
De igual modo, Saffari reiteró la voluntad de la República Islámica de cooperar con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) para permitir la supervisión de sus instalaciones nucleares. «Ningún otro país fue objeto de semejante control», explicó el embajador, que destacó que los inspectores de la AIEA revisaron más de 4.000 horas las instalaciones.
El embajador reiteró que la conducta «transparente» de Irán se mantuvo incluso en casos excepcionales como el complejo de Parchín, donde las dificultades de los inspectores para acceder por última vez a las instalaciones se deben a la dificultad de negociar su entrada en este recinto militar, que por otro lado ya fue investigado por la AIEA en otras dos ocasiones, «sin que se hallaran irregularidades».
Los negociadores iraníes acudirán a las conversaciones de Bagdad con buenas perspectivas a pesar del mensaje lanzado el pasado fin de semana por Obama al término de la cumbre del G-8, en la que el presidente reiteró el compromiso de mantener la actual política de diálogo y sanciones contra la República Islámica.
«Todos estamos firmemente comprometidos con el planteamiento de sanciones y presión combinados con negociaciones diplomáticas», afirmó Obama durante la cumbre del G-8 que se celebró en Camp David.
En respuesta, el embajador iraní atribuye estas declaraciones a que el presidente «está en época electoral» y dijo que sus representantes «recibieron mensajes indirectos por parte de Estados Unidos» que contradicen con su postura.
No obstante, «el diálogo y la presión no favorecen un acuerdo», declaró Saffari. El embajador consideró que el éxito de la reunión de Bagdad se alcanzará si ambas partes mantienen el buen ambiente desarrollado en la reunión de Estambul, basado en la reciprocidad entre las partes.
Además, el diplomático recordó que las conversaciones con el 5+1 abarcan mucho más que la mera negociación nuclear, ya que comportan una serie de cuestiones referidas al ámbito de la seguridad y de las relaciones multilaterales.
«No se pueden cerrar tantos temas en una sola reunión», manifestó Saffari, quien reiteró que el mayor éxito de la última reunión fue el establecimiento «de una visión constructiva dentro de un proceso paso a paso».
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