El cierre realizado por Egipto de más 120 túneles entre el Sinaí y Gaza desde el pasado agosto abrió un interrogante sobre el abastecimiento de la franja y la financiación del Gobierno de Hamás, que grava las mercancías que entran a través de ellos.
La decisión de El Cairo de cerrar desde su territorio decenas de túneles a Gaza, fue tomada a raíz del atentado yihadista del pasado 5 de agosto, en el que murieron 16 soldados egipcios.
Los subterráneos se cuentan por centenares desde que Israel declaró el bloqueo a la franja en junio de 2007, lo que hizo que proliferasen más allá de su tradicional papel de vía de entrada de armamentos para convertirse en cordón umbilical de alimentos, combustibles y bienes de consumo.
Propietarios de túneles aseguran que los mismos sirven como vía de entrada de alimentos y materiales de construcción y dicen que mientras Israel mantenga el bloqueo, la vida será dura sin ellos ya que constituyen la arteria ilegal para la población y la única fuente importante de necesidades diarias básicas y secundarias, de todo tipo de productos.
Dichos propietarios constataron esta semana un descenso de más del 70% en la cantidad de gasolina y diesel introducidas de contrabando.
Comprar un túnel es una auténtica inversión a medio-largo plazo. Según varios de sus dueños, cavar uno de los conductos cuesta por lo menos 50.000 dólares.
El Ejecutivo de Hamás en la Franja de Gaza dejó claro en numerosas ocasiones su disposición a clausurar todos los túneles en cuanto existan alternativas que permitan cubrir las necesidades de los 1,7 millones de habitantes del enclave costero.
Hamás confía en que el nuevo presidente de Egipto, Mohamed Mursi, miembro de los Hermanos Musulmanes, abra una zona fronteriza comercial con Gaza.
«Estamos dispuestos a cerrar todos los túneles por su alto costo y ya hemos presentado al gobierno egipcio un escrito oficial de apertura de una zona de comercio conjunto», explicó Yusef Rezqah, asesor del primer ministro de facto de Hamás en Gaza, Ismail Haniyeh.
El Cairo, por su parte, informó a Haniyeh de que no habrá espacio comercial compartido sin previa reconciliación entre Hamás y Al Fatah, señaló Wasel Abu Yusef, miembro de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
«Hamás intenta mantener para siempre la división interna palestina y, a la vez, lograr beneficios económicos personales con la apertura de la zona comercial conjunta entre Gaza e Egipto. Entendemos que la gente sufre por el bloqueo, pero nada va a pasar sin que se acabe antes la division política», declaró Abu Yusef.
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