Israel y Hamás acordaron la tregua para poner fin a los ocho días de la operación israelí en Gaza después que el presidente norteamericano, Barack Obama se comprometiera personalmente a enviar tropas estadounidenses la próxima semana a la Península del Sinaí, informó el sitio israelí Debka.
La promesa de Obama fue la que inclinó la balanza para que Israel acepte el alto el fuego pocas horas antes de que fuera anunciado en El Cairo.
El compromiso de Obama abordó la demanda más urgente de Israel en todos los foros de negociaciones con Hamás: un paro total en el flujo de armas iraníes y misiles a la Franja de Gaza contrabandeadas desde Sudán y Libia por el sur de Egipto y el Sinaí.
«Las hostilidades continuarán y la invasión terrestre es inminente hasta que este objetivo se logre», le habría dicho telefónicamente el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, al mandatario norteamericano.
Anteriormente, funcionarios de Estados Unidos intentaron, sin éxito, persuadir a Israel a aceptar una garantía personal del presidente egipcio, Mohamed Mursi, para iniciar operaciones contra los traficantes de armamentos antes de que finalice este mes de noviembre.
El sitió Derbka informó que Netanyahu, Barak, y Liberman estaban dispuestos a aceptar la promesa de Mursi, pero los servicios de seguridad de Israel y especialmente el jefe del Mossad, Tamir Pardo, que centralizó las negociaciones por parte del Estado hebreo, aseguraron que Egipto no tiene la capacidad logística y la información necesaria para la realización de dichas operaciones.
Cuando la secretaria de Estado, Hillary Clinton, llegó a Jerusalén desde Bangkok, le informó a Netanyahu que Obama había decidido acelerar la construcción de un elaborado sistema de vallas de seguridad electrónicas desde el Canal de Suez, pasando por el Sinaí septentrional hasta el eje de Filadelfia a través del cual se introducen los contrabandos de armas a la Franja de Gaza.
Netanyahu dio la bienvenida a la propuesta del presidente de apurar el proyecto de las vallas, pero dijo que pasarían varios meses para obtener la autorización egipcia. Mientras tanto, los palestinos tendrían el tiempo suficiente para reponer sus arsenales.
Por consiguiente, según Netanyahu, era demasiado pronto para detener la operación militar en ese momento y anular una incursión terrestre.
Según informó el sitio, Clinton se mostró comprensiva con ese argumento, y poco después Obama llamó a Netanyahu para garantizarle que tropas estadounidenses llegarían al Sinaí la próxima semana después de haber obtenido el consentimiento del presidente Mursi para poder entrar en acción inmediatamente contra las redes de traficantes de armas iraníes.
Fuentes militares norteamericanas informaron que el primer envío de fuerzas especiales aterrizará en el aeropuerto militar de Sharm el-Sheikh, en el sur del Sinaí, en las próximas 48 horas y se desplegará de inmediato en la península.
Según los servicios de Inteligencia israelíes, este desarrollo es estratégicamente importante por tres razones:
1. Una vez que los envíos de misiles y armas salen de puertos iraníes o depósitos de armas de Libia, Teherán no tiene ningún control directo de su tránsito desde un punto a otro a través de Egipto hasta que llegan a su destino final en Gaza. Dicha acción de las fuerzas especiales de EE.UU en el Sinaí contra la ruta de contrabando iraní podría considerarse como el primer manifiesto de una intervención militar estadounidense contra un interés militar de Teherán.
Según fuentes oficiales, Netanyahu, Barak y Liberman se mostraron impresionados por el cambio de la Administración de Obama desde su reelección. Hasta entonces, el mandatario se negaba a hablar de cualquier acción militar contra Irán e insistía en que Teherán sólo puede ser confrontado en el plano diplomático.
2. El presidente Mursi, al abrir las puertas del Sinaí a un despliegue de tropas estadounidenses para la defensa de Israel, reconoce que la fuerzas de EE.UU también aseguran a Israel de una posible acción egipcia de revocar el tratado de paz que Egipto firmó con Estado hebreo en 1979.
3. Frente a este entendimiento entre EE.UU, Israel y Egipto, las afirmaciones de Hamás de haber triunfado y verse favorecido por la tregua, no son acreditables ya que no obtuvo ninguna garantía que ponga fin al bloqueo de Israel a la Franja de Gaza.
De hecho, los líderes de Hamás en Gaza se verán obligados a ver como tropas estadounidenses en el Sinaí, al otro lado de su frontera, desmantelan redes de contrabando de armamentos que hasta ahora llenaban sus arsenales. Esto significa que el bloqueo a Gaza se amplió y que el enfoque de combate se trasladó de Gaza al Sinaí.
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