El presidente israelí, Shimón Peres, pidió que se reanuden las negociaciones con los palestinos, afirmando que el líder de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, es un socio con el que un acuerdo es posible.

Durante esta intervención ante diplomáticos israelíes en su residencia de Jerusalén, Peres declaró que el único medio para Israel de influir de manera  positiva en la región es «concluyendo un acuerdo de paz con los palestinos».

«Conozco a Abu Mazen desde hace 30 años y nadie cambiará mi opinión sobre él», afirmó, utilizando el sobrenombre de Abbás.

«Mucha gente critica las declaraciones de Abu Mazen pero no hay otros líderes árabes que actualmente se declaren a favor de la paz, contra el  terrorismo y por un Estado palestino desmilitarizado», agregó.

«Ya no queda mucho tiempo», advirtió.

Estas declaraciones provocaron una fuerte reacción del Likud, el partido del primer ministro Binyamín Netanyahu.

«Es lamentable que el presidente escogió expresar opiniones políticas personales contrarias a la posición oficial israelí que considera que Abu Mazen se rehúsa a negociar la paz», afirmó un comunicado del partido de Netanyahu.

«El primer ministro invitó decenas de veces a Abu Mazen a regresar a la mesa de negociaciones, mientras que éste último prefirió unirse a Hamás en  contra de Israel», agregó el comunicado en referencia a la organización terrorista que controla la Franja de Gaza.

Abbás amenazó esta semana con disolver la Autoridad Palestina y entregar la gestión de Cisjordania a Israel si el gobierno que se forme en el Estado hebreo tras las elecciones de enero de 2013 no busca reanudar las negociaciones.

Las negociaciones de paz están bloqueadas oficialmente desde septiembre de 2010. Los palestinos exigen el cese de la colonización israelí durante las  negociaciones, pero Israel rechaza toda condición previa.

Israel multiplicó sus anuncios de proyectos de construcción en Cisjordania y en Jerusalén Oriental en represalia a la iniciativa del presidente Abbás en la ONU que otorgó a Palestina el estatus de Estado observador no miembro.

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