El primer ministro sirio, Wael al-Halqi, salió indemne de un atentado con coche bomba contra su convoy en Damasco, según informó la televisión oficial.
El artefacto detonó ante el paso de la comitiva del jefe de gobierno que acababa de salir de su residencia y se dirigía hacia sus oficinas, informó una fuente del ministerio de Información.
La detonación provocó severos daños en la infraestructura de los edificios circundantes y coches aparcados en el lugar.
El presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman, precisó que el atentado fue perpetrado con un coche bomba y que uno de guardaespaldas del primer ministro murió.
Previamente, la televisión estatal de Siria informó que una explosión terrorista en el céntrico barrio de Mezze de la capital había causado víctimas, sin proporcionar más detalles.
La emisora agregó que al menos seis personas fallecieron y 15 resultaron heridas en el atentado que se registró cerca del jardín de Ibn Rushd, conocido también como Francés, una zona residencial donde se encuentran escuelas y círculos infantiles.
El 18 de julio pasado, una brigada rebelde atentó contra la sede de la Seguridad Nacional en Damasco. En el ataque quedó descabezada la cúpula de la Defensa siria.
A su vez, trascendió que el ex general del Ejército de Siria Zahir al-Sakit, que desertó, informó en una entrevista concedida a la cadena Al Arabiya, que el Gobierno de Bashar al-Asaad ordenó usar contra el Ejército Libre Sirio (ELS).
Al Sakit, que pertenecía a la rama militar de armas químicas, aseguró que fue instruido en el uso de este tipo de armamentos durante una batalla entre las fuerzas gubernamentales y el ELS en la localidad de Hauran, ubicada en el suroeste de Siria.
Al Sakit sostuvo que desobedeció las órdenes dadas por sus superiores y cambió los agentes químicos que las fuerzas gubernamentales pretendían usar contra el ELS por agua desinfectante.
«Me ordenaron usar agentes químicos en las cuevas y túneles utilizados por el ELS, pero los mezclé con agua», afirmó el general desertor.
Además, indicó que tras este incidente ordenó que se enterraran todas las armas químicas.
«Puedo decir las localizaciones exactas donde se encuentran», añadió.
El alto oficial desertor negó que antes de ese incidente las fuerzas gubernamentales usaran armas químicas contra los rebeldes, al menos en su presencia.
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