El proceso de los tres principales líderes de la organización islámista Hermanos Musulmanes arrestados por presunta incitación a asesinato comenzó hoy domingo, y coincide con la reanudación del juicio contra el ex presidente Hosni Mubarak por complicidad en la muerte de manifestantes en 2011.
Según la fiscalía egipcia, el guía supremo de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, y dos de sus adjuntos, Khairat al-Shater y Rashad Bayumi, están acusados de llamar a eliminar a ciudadanos contrarios al destituido jefe de Estado Mohamed Morsi el pasado 30 de junio.
Ese día millones de egipcios marcharon para reclamar la renuncia del mandatario islamista.
Por su parte, Mubarak enfrenta el cargo de implicación en la muerte de miles de manifestantes durante las protestas que lo derrocaron en 2011, aunque la reiterada exoneración de cargos en su contra apunta, según observadores, al perdón judicial también por esos delitos.
El ex mandatario de 85 años fue condenado en junio de 2012 en primera instancia a cadena perpetua por la misma causa; pero la Corte de Casación, después de recibir una apelación del acusado, ordenó un nuevo juicio.
La justicia egipcia dispuso su libertad en el marco de cuatro casos, uno de ellos relacionado con esos asesinatos y otros tres con corrupción, y el pasado 22 de agosto fue trasladado desde la cárcel hacia un hospital militar.
Ambos procesos penales se celebran en pleno caos político en Egipto, donde las Fuerzas Armadas reprimen las protestas organizadas por los Hermanos Musulmanes desde hace 11 días.
Cerca de mil personas murieron desde el 14 de agosto último, cuando las tropas regulares desalojaron dos acampadas de protestas contra la destitución de Mursi, iniciando así una escalada de violencia en el país.
Egipto se encuentra en estado de Emergencia, con toque de queda impuesto en El Cairo y otras 13 provincias debido a los acontecimientos de las últimas jornadas.
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