El presidente de la Autorida Palestina (AP), Mahmud Abbás, consideró que las actuales negociaciones directas con Israel «pueden ser la última oportunidad para la paz» y recalcó que los palestinos invertirán «todos sus esfuerzos» para que el proceso concluya con éxito.
En un encuentro en Ramallah con una delegación de parlamentarios israelíes integrada por nueve diputados laboristas y uno del partido Hatnuá - que lidera la actual responsable para las negociaciones, la ministro de JusticiaTzipi Livni - Abbás subrayó que los palestinos no tienen «otra opción que alcanzar una paz justa».
«Damos la bienvenida a todos los socios y colaboradores en este esfuerzo», agregó Abbás ante los miembros de la Knéset encabezados por el diputado laborista Hilik Bar, presidente del lobby parlamentario israelí para el fin del conflicto con los palestinos.
Se trata de la primera vez que diputados israelíes visitan la residencia de la Mukata en la actual legislatura, en un gesto para impulsar las actuales negociaciones.
La visita se realizó en respuesta a la que efectuó el pasado 31 de julio una delegación oficial del partido Al Fatah al Parlamento israelí y durante la cual se izó por primera vez la bandera palestina en la Knéset.
Estaba previsto que acudieran también al encuentro diputados del partido Yesh Atid, la segunda fuerza política del país, pero finalmente no lo hicieron por desavenencias con el Partido Laborista, como tampoco los integrantes de la formación religiosa Shas, debido al duelo por el fallecimiento de su líder espiritual, el Rabino Ovadia Yosef.
El caso de la niña de 9 años que resultó herida por un terrorista palestino en el asentamiento judío de Psagot, en Cisjordania, también contribuyó a que algunos diputados no acudiesen al encuentro en la Mukata.
Abbás destacó que durante la etapa de Ehud Olmert al frente del Gobierno israelí «hubo negociaciones muy exitosas entre palestinos e israelíes en las que desgraciadamente se perdió una buena oportunidad».
Además, el líder de la AP anunció que en las tratativas actuales - cuyo único mediador es el secretario de Estado norteamericano , John Kerry - se empezó a hablar de temas como la seguridad, refugiados, agua y la cuestión de Jerusalén, y consideró que el período de 6 a 9 meses establecido «debe ser suficiente para concluirlas».
Abbás se declaró «optimista», aunque advirtió de que la evolución de algunas políticas israelíes «puede llevar al fracaso del proceso».
Entre éstas citó incursiones de fuerzas israelíes en territorios palestinos, incremento de ataques por parte de colonos, deterioro de la situación en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén y la continuación de construcción en asentamientos.
En referencia al caso de Psagot, Abbás condenó cualquier forma de violencia contra cualquier persona por ambas partes.
Por su parte, Hilik Bar destacó que la solución de dos Estados es la única alternativa posible para resolver el conflicto y afirmó que cualquier otra sólo conseguiría prolongarlo.
«Una gran brecha de entendimiento separa a la sociedad palestina y la israelí, por lo que son necesarios estos encuentros y un mayor trabajo en este sentido, al margen de los encuentros de alto nivel de los respectivos líderes», aseguró Bar.
También el portavoz parlamentario laborista, Itzjak Herzog, recalcó, en referencia a lo sucedido en Psagot, que «ningún acto extremo debe condicionar las iniciativas políticas y la búsqueda de una solución al conflicto».
Herzog destacó que entre los 120 miembros de la Knéset una «clara mayoría de 70 diputados está a favor de la solución de dos Estados», a diferencia de anteriores legislaturas, cuando el número de parlamentarios favorables estaba en torno a 58 o 60.
«Representamos a una vasta y mayoritaria población israelí que quiere alcanzar la paz en base a la solución de dos Estados», afirmó el diputado laborista, quien invitó a Abbás a dirigirse a los jóvenes israelíes en Jerusalén así como lo hizo el presidente de EE.UU, Barack Obama, el pasado marzo.
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