El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, llegará por décima vez a Jerusalén y Ramallah con el objetivo de trazar un borrador para el acuerdo de paz entre Israel y la Autoridad Palestina (AP), un paso decisivo para impulsar un proceso que hasta ahora no mostró avances claros.
El jefe de la diplomacia estadounidense iniciará el 2014 con un vuelo a Jerusalén, donde se reunirá con el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu; y una visita a Ramallah para ver al presidete de la AP, Mahmud Abbás.
Si en su anterior visita, a mediados de diciembre, trató de convencer a las partes de que acepten su plan de seguridad para un futuro Estado palestino, en esta ocasión Kerry busca marcar las líneas maestras de un acuerdo definitivo que ambos lados se comprometieron en julio a alcanzar en nueve meses, es decir, antes de mayo de 2014.
Transcurrido más de la mitad de ese plazo, las tratativas prosiguen en secreto y los pocos comentarios públicos de israelíes y palestinos tienden al pesimismo, pero Kerry cree que llegó el momento de redactar las líneas maestras del acuerdo de paz, según informó una de sus portavoces, Marie Harf.
«El secretario de Estado va a hablar con ambos líderes sobre el borrador propuesto para las negociaciones. Este borrador serviría como directriz para la negociación sobre el estatus permanente y enfrentaría todos los asuntos clave», explicó Harf.
«Confiamos en hacer avances para limar las diferencias en este viaje, pero no podemos predecir si llegaremos a un acuerdo sobre este borrador durante estos pocos días sobre el terreno», agregó.
Si Kerry decidió dejar clara la base del pacto por escrito es, según algunos expertos, porque ve motivos para el optimismo en las negociaciones.
«El hecho de que Kerry esté pensando en presentar a las dos partes un borrador de acuerdo sobre el estatus permanente es un indicador bastante claro de que las diferencias en torno a los asuntos clave se estrecharon», escribió el analista Shimón Shiffer en su columna de «Yediot Aharonot».
La visita de Kerry se produce además inmediatamente luego de la liberación de 26 terroristas palestinos que cumplían condenas por delitos cometidos antes de los Acuerdos de Oslo de 1993.
Harf calificó esa decisión de «paso positivo», pero se negó a hacer comentarios sobre los informes de que Netanyahu anunciará en los próximos días la construcción de 1.400 viviendas más en Jerusalén Oriental y en los asentamientos judíos de Cisjordania, en un intento de aplacar las críticas de la ultraderecha del Gobierno israelí por excarcelar a los terroristas.
De alcanzarse un borrador para un acuerdo definitivo, el texto tocaría las seis cuestiones fundamentales en agenda: fronteras, Jerusalén, seguridad, refugiados, agua y el reconocimiento de Israel como Estado judío.
Hasta ahora las tratativas se centraron en el aspecto de seguridad, aunque también se abordaron temas relacionados con fronteras y agua.
A comienzos de diciembre, Kerry formuló a las partes su propuesta en cuanto a seguridad, que contempla una posible presencia israelí en el Valle del Jordán durante diez años.
Además, según el plan, aviones de reconocimiento estadounidenses vigilarían el territorio palestino y militares israelíes se desplegarían en zonas estratégicas a lo largo de la frontera con el futuro Estado palestino, que debería ser desmilitarizado.
Esa propuesta fue acogida con frialdad por Abbás y rechazada en una reunión de ministros de Exteriores de la Liga Árabe a mediados de diciembre.
Notas relacionadas:
Décima visita de Kerry a Israel y Autoridad Palestina
AP: «Podría alcanzarse acuerdo final de paz»
UE: Prometen ayuda «sin precedentes» a Israel y AP