Egipto cerró el paso fronterizo de Taba, junto a Israel, tras el atentado contra un autobús de turistas surcoreanos en el sur de la península del Sinaí, que causó al menos cuatro muertos.
El paso permanecerá cerrado hasta nuevo aviso, según las autoridades, que están investigando las circunstancias del ataque y prometieron que perseguirán a sus responsables.
En un comunicado citado por el diario «Haaretz», un portavoz de la presidencia egipcia calificó el atentado terrorista como «un despreciable acto de cobardía dirigido contra turistas inocentes».
Tras expresar su solidaridad con las víctimas, el vocero aseguró que no descansarán «hasta llevar a la justicia a quienes planearon, financiaron y llevaron a cabo esa atrocidad».
Por su parte, el ministro egipcio de Exteriores, Nabil Fahmi, se comunicó con su homólogo de Corea del Sur, Yun Byung-Se, a quien presentó sus condolencias por los muertos en el suceso.
Al menos cuatro personas perdieron la vida por la explosión en el autobús que se desplazaba en la localidad de Taba en dirección a Israel.
Otras catorce resultaron heridas por el atentado, que fue reivindicado por el grupo yihadista Ansar Beit al-Maqdis, vinculado a Al Qaeda, que afirmó que seguirá atacando sectores estratégicos de la economía egipcia.
«Como prometimos, gracias a Dios y a nuestros 'muyahidines', hicimos explotar el autobús en Taba y vamos a seguir orientando nuestros ataques a su economía, su turismo y el gas», escribió el grupo en su cuenta de Twitter.
Según un comunicado del ministerio de Interior egipcio, el autobús, que iba a cruzar la frontera con Israel en dirección a la ciudad de Eilat, provenía de El Cairo, visitó el monasterio de Santa Catalina, en el Sinaí, y se detuvo en varias ocasiones, lo que pudo ser aprovechado por alguien para colocar la bomba.
Las fuerzas de seguridad locales acordonaron la zona de la explosión y organizaron el traslado de los heridos al Hospital Internacional de la localidad egipcia de Sharm el Sheij, ubicada a 100 kilómetros del lugar, y negando la ayuda ofrecida por Israel de proporcionar tratamiento a los afectados en el Centro Médico Yoseftal de Eilat, a poca distancia del lugar del atentado.
Se trata del primer ataque de estas características contra extranjeros en el Sinaí desde la destitución militar del gobierno del islamista Mohamed Mursi, el pasado julio.
Desde entonces, el la península egipcia se convirtió en un foco constante de inestabilidad donde operan varios grupos yihadistas que incrementaron sus acciones contra el Ejército y la Policía.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Kim Moon, condenó el ataque. Ban exigió el procesamiento penal de los responsables y transmitió sus condolencias a los familiares de las víctimas, y a los gobiernos de Egipto y Corea del Sur.
También el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al-Arabi, deploró el atentado terrorista al que calificó de «despreciable» por tener como objetivo a «turistas inocentes» y querer perjudicar al sector turístico en el país, que es uno de los pilares de su economía.
Al Arabi expresó que confía en que este tipo de acciones criminales no desanimen al pueblo egipcio en su lucha contra el terrorismo en todos sus aspectos.
El dirigente añadió que espera que esto provoque que Egipto insista más en acabar con ellas para seguir adelante con la Hoja de Rutas, en alusión a las próximas elecciones presidenciales y legislativas que siguen a la nueva Constitución, aprobada en referéndum el mes pasado.
Notas relacionadas:
Egipto: 50 muertos, 247 heridos y más de 1.000 vándalos detenidos
Israel: FDI interceptan cohete lanzado hacia Eilat
Cohetes Grad estallaron en Eilat; no hay víctimas