Decenas de niños judíos fueron traumatizados por una pandilla de adolescentes que tomó por asalto un autobús escolar en Sydney y presuntamente hicieron amenazas raciales.
La policía estatal de Nueva Gales del Sur dijo que cinco jóvenes fueron arrestados el jueves temprano por el incidente ocurrido el miércoles por la tarde. Fueron interrogados en una estación de policía y posteriormente liberados sin cargos bajo la custodia de sus padres, y dependiendo de las investigaciones, informó la policía en un comunicado.
El autobús transportaba aproximadamente 30 niños de entre 5 y 12 años de tres escuelas judías, quienes fueron objeto de «amenazas físicas y raciales» por un grupo de ocho adolescentes varones de entre 15 y 17 años que abordaron el vehículo en una parada en el suburbio de Randwick, en el este de la ciudad, según la policía. Ninguno fue herido.
Una de las madres señaló que sus tres hijas, de 8, 10 y 12 años, necesitarán ayuda psicológica después de su aterrador viaje en el autobús. Otra declaró el jueves a la cadena de televisión que su hija mayor la llamó por teléfono desde el autobús suplicando ayuda, diciendo: «Hay ocho hombres borrachos muy peligrosos en este autobús.
«Ellos están amenazando con cortar nuestros cuellos; están cantando 'Palestina' y están enloqueciendo sobre Palestina; están diciendo debemos matar a los judíos y Heil Hitler», agregó la niña.
Una tercera madre, cuyas dos hijas, de 8 y 12 años, estaban en el mismo autobús escolar, dijo al periódico «The Daily Telegraph» que los adolescentes gritaron: «Vamos a asesinarlos» y «Liberen Palestina». «Los chicos están enterados de lo que está sucediendo en Oriente Medio, pero ese conflicto no debería ser importado aquí; ahora nos estamos sintiendo muy vulnerables», aseveró, y añadió que los muchachos patearon la puerta y ventanas del autobús y se marcharon.
Dicha madre criticó al conductor del vehículo, diciendo que nunca debió permitir que los jóvenes subieran. Agregó que él no hizo nada para detener su comportamiento.
El ministro estatal de Comunidades, Víctor Dominello, condenó el ataque diciendo que «el abuso público e intimidación por raza o religión es deplorable. El pueblo de Nueva Gales del Sur nunca perdonará a aquellos que presuntamente sometieron a niños pequeños a un ataque antisemita; deben enfrentar toda la fuerza de la ley», enfatizó.
La organización representativa de los judíos del Estado de Nueva Gales del Sur indicó que agentes de seguridad viajarán de ahora en adelante en los autobuses de las escuelas judías.
El Gobierno australiano es un inquebrantable aliado de Israel, y el pasado mes de junio enojó a los países árabes e islámicos al cambiar su descripción del este de Jerusalén de «territorio ocupado» a «territorio en disputa».
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