Un hombre israelí y una mujer polaca se reunieron esta semana en Nueva York después de no haberse visto 70 años, cuando su familia católica lo salvó a él en la Shoá. Michael Hochberg (77) se sentó emocionado tomando las manos de Krystyna Jakubowska (86) en el aeropuerto JFK.
«Él era un niño muy lindo y muy bueno», dijo ella con una sonrisa.
«Pero tenía miedo, por lo que los alemanes anunciaron que lo pasaría a alguien que estuviera salvando a un judío», agregó.
La familia católica de la mujer refugió al Michael cuando tenía 4 años en Varsovia, para que no cayera en manos de los nazis y terminara en un campo de concentración.
Durante dos años, el niño vivió con Rozalia y Jozef Jakubowski, quienes se aseguraron de que nadie descubriera que estaba circuncidado, pues así sabrían que era judío.
Michael nunca volvió a ver asus padres ni a sus abuelos.
«Muy pocas personas ayudaron a judíos», dijo Hochberg. «En la tradición judía, se dice, quien salva un alma salva el mundo».
«Al final de la guerra, «abracé a todo el mundo y me fui», dijo Hochberg, quien creció en un orfanato en Otwock.
Eventualmente se mudó a Israel, donde tuvo tres hijos y ocho nietos.
Notas relacionadas:
EE.UU: Abren proceso para resarcir a deportados de la Shoá
Merkel a Netanyahu: «Somos responsables por el Holocausto»
Netanyahu: «Hitler no quería Shoá; fue el mufti de Jerusalén»