El investigador israelí, Arieh Warshel, el austríaco Martin Karplus y el sudafricano Michael Levitt son los ganadores del Premio Nobel de Química 2013 por ser los pioneros en la creación de potentes programas de ordenador para comprender y predecir procesos químicos complejos, según informó la Real Academia Sueca de las Ciencias.
El profesor Arieh Warshel nació en 1940 en el kibutz Sdé Nahum, en el norte de Israel, y se graduó en el Tejnión y en el Instituto Weitzman. Actualmente trabaja en la Universidad del Sur de California, Los Angeles.
Martin Karplus nació en 1930 en Viena y es profesor emérito en Estados Unidos, en la Universidad de Harvard.
Michael Levitt, nacido en 1947 en Pretoria y con ciudadanía estadounidense y británica, ejerce en la Universidad de Stanford.
En la década de los '70 los investigadores comenzaron a desarrollar unos modelos informáticos que replican la vida real y que se convirtieron en uno de los avances más cruciales para la química actual.
Las reacciones químicas ocurren a la velocidad del rayo. En una fracción de un milisegundo los electrones saltan de un núcleo atómico a otro.
Para química clásica es difícil mantenerse al día y prácticamente imposible asignar experimentalmente cada pequeño paso a un proceso químico.
Con la ayuda de los métodos de los galardonados, los científicos permitieron que las computadoras fueran quienes revelaran los procesos químicos, tales como la purificación de un catalizador de escape de gases o la fotosíntesis en las hojas verdes.
Se trata de un trabajo pionero en cuanto a que Warshel, Karplus y Levitt lograron hacer que la física clásica de Newton trabajara mano con mano con los fundamentos de la física cuántica. Antes, los químicos tenían que optar por utilizar una u otra.
La fuerza de la física clásica, cuyos cálculos eran simples, se podía utilizar para modelos de grandes moléculas. Su debilidad estaba en que no ofrecía ninguna manera de simular las reacciones químicas.
Para tal fin, los químicos tenían que usar la física cuántica, que requiere una gran potencia de cálculo y por lo tanto sólo podían ser realizadas sobre pequeñas moléculas.
Los Premios Nobel de este año llevaron lo mejor de ambos mundos. Por ejemplo, en simulaciones de cómo una medicina se «empareja» con su proteína en el cuerpo, el ordenador realiza los cálculos teóricos cuánticos en los átomos de la proteína que interactúan con el fármaco. El resto, es simulado utilizando los cálculos menos exigentes de la física clásica.
Para la academia sueca, el ordenador es una herramienta tan importante para los químicos como el tubo de ensayo. «Las simulaciones son tan realistas que predicen el resultado de experimentos tradicionales», señalaron en el comunicado oficial.
El Nobel de Química está dotado con 1.400.0009 dólares. La cermonia de entrega se llevará a cabo el 10 de diciembre en Estocolmo, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Alfred Nobel.
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