El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, se comprometió en el acto inaugural del Día del Recuerdo del Holocausto a que el Estado de Israel y el pueblo judío no serán víctimas de un segundo genocicio
«El odio a los judíos no desapareció. Fue reemplazado por el odio al Estado judío», manifestó Netanyahu en un discurso en el Memorial del Holocausto Yad Vashem en Jerusalén.
En la ceremonia, el primer ministro israelí añadió que «Irán habla abiertamente sobre sus intenciones de aniquilarnos y emplea todos los medios para alcanzar ese objetivo».
«Israel no confiará ciegamente en la comunidad internacional para evitar que Irán desarrolle armas nucleares», dijo.
«Apreciamos los esfuerzos de la comunidad internacional para detener el programa nuclear iraní, pero en ninguna etapa pondremos nuestro destino en las manos de otros, incluso no en las de nuestros mejores amigos», afirmó.
Netanyahu recordó que los líderes religiosos iraníes dicen cosas como que los sionistas son «microbios y bacterias» y que los judíos son «personas infectadas que propagan la enfermedad».
«Eso no se dijo sólo durante el nazismo. Esto se está diciendo hoy día. El actual líder de Irán dice que Israel es un cáncer que debe ser erradicado de Oriente Medio», agregó.
«Al igual que hoy con Irán, antes de la Segunda Guerra Mundial muchos tampoco reconocieron el peligro a su debido tiempo», afirmó.
«No debemos llegar de nuevo a una situación semejante en la que sea demasiado tarde», indicó, y agregó que la esencia del establecimiento del Estado de Israel tras el Holocausto fue «la habilidad independiente de tomar las decisiones necesarias y de defendernos a nosotros mismos».
«Es responsabilidad del Gobierno de Israel impedir que ocurra un nuevo genocidio contra el pueblo judío, y yo hoy aquí me comprometo: No habrá un segundo Holocausto», subrayó Netanyahu.
Por su parte, el presidente de Israel, Shimón Peres, también se refirió a Irán como una de las principales amenazas para el Estado hebreo.
«El mundo ilustrado debe preguntarse cómo puede ocurrir que tan poco tiempo después de que los crematorios se apagaron, después de la tremenda pérdida de vidas que los aliados tuvieron que padecer a fin de derrotar al demonio nazi, puede un liderazgo como el del régimen iraní caminar tan orgullosamente y no sólo negar el Holocausto sino también amenazar con cometer otro», se preguntó.
Peres también lamentó que el «mapa de Europa siga conteniendo manchas de antisemitismo y racismo», en alusión a los resultados de un reciente informe que indica que 2012 se caracterizó por un aumento del 30% en los actos antisemitas, con una importante alza en Francia de 60%.
La ceremonia continuó con el tradicional encendido de seis antorchas, una por cada millón de judíos asesinados en los guetos y campos de concentración y exterminio.
El acto fue dedicado en esta ocasión al «Desafío y la Rebelión durante el Holocausto» al cumplirse 70 años del Levantamiento del Gueto de Varsovia.
Una de las personas que encendió una de las antorchas fue la viuda de Peretz Hojman, uno de los judíos que se rebelaron en el que fue el gueto más grande de Europa establecido por la Alemania nazi en Polonia.
Peretz Hojman, que fue designado para encender personalmente la antorcha, falleció pocos días antes de la ceremonia.
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