Una delegación judía de 16 miembros, entre ellos miembros del Gran Rabinato de Israel, la comunidad judía de Roma, comités judíos internacionales, el Consejo Judío Mundial y la Liga Anti-Difamación, junto a representantes de 132 países, asistieron en el Vaticano a acto de asunción del nuevo Papa, Francisco I.
Miles de peregrinos de todas partes del mundo llegaron a la Plaza San Pedro para asistir a la misa de inicio del ministerio petrino del Sumo Pontífice.
En referencia a las delegaciones, Francisco I había dicho anteriormente que «todos aquellos que llegaron son bienvenidos. Ninguno es privilegiado o rechazado».
Entre las delegaciones más significativas se encontraban la de Argentina, encabezada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y la de Italia, encabezada por el presidente de la República, Giorgio Napolitano, y el primer ministro Mario Monti.
En total, participaron seis monarcas reinantes, tres príncipes herederos, 31 jefes de Estado o de organizaciones internacionales, 11 jefes de gobierno, así como delegaciones encabezadas por primeras damas, vicepresidentes, vice-primeros ministros, presidentes del Parlamento, ministros, embajadores y otros dignatarios.
Algunas de las delegaciones, como la del Gran Rabinato de Israel, permanecerán en el Vaticano para reunirse con representantes de la Santa Sede, entre ellos, el Secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone y el Secretario para las Relaciones con los Estados, el Arzobispo Dominique Mamberti.
Francisco I salió, en torno a las 08:45, hora local, para recorrer en Jeep descubierto, en lugar del papamóvil, la Plaza San Pedro y sus corredores y se acercó a saludar a la multitud que la abarrotaba para acudir a la misa de inicio de su asunción.
El nuevo Papa bendijo a los asistentes e incluso hizo un alto en el camino para bajar a saludar a una persona en silla de ruedas. También le acercaron niños para que los besara. Inusualmente, en medio del recorrido, levantado los pulgares en señal de alegría y emoción.
El cardenal protodiácono, Jean Louis Tauran, colocó al Papa Francisco el Palio, antigua insignia episcopal, y el decano, Ángelo Sodano, el anillo del Pescador, símbolos del pontificado, con lo que comenzó oficialmente el papado del argentino Jorge Mario Bergoglio, de 76 años.
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