El Memorial del Holocausto de París muestra en una exposición la exclusión económica de los judíos aplicada por el régimen nazi a partir de 1933 y, en especial, cómo se tradujo en la Francia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial.

La muestra «La expoliación de los judíos: una política de Estado (1940-44)», que puede visitarse hasta el próximo 29 de septiembre, reúne documentos de los archivos franceses, e ilustra ocho casos reales de expoliación en la ciudad de Grenoble.

La «arianización», neologismo del Tercer Reich, tuvo una dimensión económica, con la política de expoliación y desposesión de los bienes y empresas que pertenecían a los judíos, desde la llegada al poder de Adolf Hitler en 1933 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945.

«La 'arianización' fragilizó social y económicamente a los judíos. Una persona despojada de sus pertenencias se encuentra sin defensa y físicamente está más débil para huir o escapar de los arrestos», declaró la coordinadora de la exposición, Emilie Simon.

A partir de 1938 la expoliación judía se propagó más allá de las fronteras alemanas, para implantarse en Italia, su principal aliado, pero también en Rumania, Eslovaquia, Bulgaria, Hungría, Bulgaria, Croacia, Serbia, Holanda, Bélgica y Noruega.

Al territorio francés llegó en 1940, en primer lugar promulgada por el ocupante nazi y posteriormente retomada por el régimen colaboracionista del mariscal Philippe Pétain en Vichy. «Fue el preludio de una inevitable guetización», puntualizó Simon.

Desde este momento, las manifestaciones espontáneas antisemitas estallaron por todo el país. En París, por ejemplo, aparecieron carteles en múltiples establecimientos que prohibían la «entrada de judíos».

En la misma línea, asociaciones filo-nazis como el Partido Popular Francés o los Guardias Franceses, entre otros, apoyaron ataques contra tiendas a las que se obligaba de indicar en sus escaparates «comercio judío».

Tres meses después de armisticio del 22 de junio de 1940, el régimen colaboracionista de Vichy elaboró su propia iniciativa legislativa antisemita en Francia.

El Estatuto de los Judíos de octubre de 1940 definía a quién se consideraba judío y establecía exclusiones profesionales, como la privación de trabajar para la administración pública. Una revisión de ese estatuto, de junio de 1941, los obligaba a censarse y a declarar sus bienes.

El 29 de marzo de 1941 se creó el Comisariado General para las Cuestiones Judías (CGQJ), del que «uno de sus principales departamentos era el de arianización económica», explicó la coordinadora de la exposición.

Finalmente, la ley del 22 de julio de 1941 extendió al conjunto del territorio francés - el país estaba dividido entre una zona ocupada y otra bajo el Gobierno de Vichy - la política de expoliación económica. Desde entonces, los judíos no pudieron ejercer más que empleos «subalternos, sin responsabilidad y sin derecho a la propiedad».

«La arianización económica se diferencia del saqueo porque está enmarcada legislativamente y puesta en marcha por una administración. La expoliación a los judíos fue, por lo tanto, un saqueo legalizado y legal», subrayó Simon.

El Memorial del Holocausto ilustra la instauración de este precepto con el ejemplo de la dirección general del CGQJ en la ciudad de Lyon, un organismo de «sumo interés» ya que el 10% de la población judía francesa de la época habitaba en esta localidad.

«En la dirección general se cruzaban diariamente los mismos judíos convocados por la policía con los ciudadanos lioneses que acudían para informarse o apropiarse de un bien judío», señaló Simon.

Más de 20.000 administradores provisionales - funcionarios que debían declararse antisemitas - se ocuparon durante la Segunda Guerra Mundial de gestionar las posesiones judías, estimarlas económicamente y asegurar su venta al mejor postor.

Con el fin del conflicto armando en 1945, los actos de expoliación fueron anulados y comenzaron a realizarse las restituciones. No obstante, «para recuperar los bienes era necesario hacer una solicitud y para entonces muchos de los propietarios habían fallecido», matizó la coordinadora de la muestra.

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