El sorprendente anuncio del príncipe Nayef, en el cual informó que Arabia Saudita podría presentar, al menos, una mujer atleta en los Juegos Olímpicos de Londres, ha generado un gran optimismo entre las atletas del país, que ven abrirse una puerta a la participación femenina en el deporte.
Sin embargo, algunos saudíes advirtieron que las mujeres no deben sacrificar su fe religiosa para apaciguar las críticas occidentales sobre su cultura.
Durante el año pasado, Arabia Saudita fue criticada por su falta de oportunidades en lo que respecta a la educación física para niñas en las escuelas públicas y por impedir que se organicen equipos profesionales de mujeres deportistas.
Por su parte, el pasado febrero, la organización «Human Rights Watch» criticó duramente al gobierno saudí, con la emisión de un informe de 51 páginas que documenta la discriminación sistemática que el gobierno lleva a cabo contra las mujeres en el atletismo.
El año pasado, Anita DeFranz, Jefa de la Comisión de deporte y mujeres del Comité Olímpico Internacional (COI), amenazó con prohibir la participación de Arabia Saudita en los juegos olímpicos, si no incluye mujeres atletas dentro de su equipo.
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