El presidente de Israel, Shimón Peres, canceló el viaje que tenía previsto realizar a Londres para la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos debido a que ésta coincide con la entrada del Shabat.
«La ceremonia se celebra el viernes por la tarde y debido a que no hay hoteles cerca del estadio para ir a pie, el presidente decidió cancelar el viaje y evitar la profanación del Shabat», informó un comunicado remitido por su oficina.
La jornada del Shabat, la más sagrada de la semana hebrea, comienza al caer el sol el viernes por la noche y termina con la salida de la primera estrella el sábado.
Peres, que confirmó su participación en la ceremonia hace ya meses, tenía previsto alojarse en un hotel cercano al estadio olímpico y desplazarse a él a pie.
El comunicado no especifica si la decisión viene motivada por protestas de círculos ultraortodoxos, que suelen exigir a dirigentes israelíes - en su mayoría laicos - actuar de acuerdo a las normas judías religiosas cuando se encuentran en el extranjero.
Por respeto a la población religiosa y para no indignar a los ultraortodoxos, que suelen formar parte del gobierno, la mayoría de los líderes israelíes suelen respetar esta demanda, en particular después de que en 1976 la llegada de unos aviones F-15 una vez comenzada la jornada sabática provocara una crisis que acabó con el primer gobierno de Itzjak Rabín.
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