La escasez de alimentos es un grave problema de índole mundial que afecta por igual a los sectores de población con menor poder adquisitivo. El incremento de la densidad demográfica mundial, las continuas sequías a raíz del cambio climático, la especulación de los alimentos básicos y la subida de precios de los cereales tras su uso para la generación de biocombustibles, se esgrimen como las principales causas de la crisis alimentaria que vivimos actualmente.
Sin embargo, un hongo descubierto en el Mar Muerto podría ser la clave para acabar con el hambre en el mundo, tras ser empleado en cultivos que no se producen en zonas salinas.
El Mar Muerto está considerado como un ecosistema incapaz de albergar ningún tipo de vida por su alta salinidad. No obstante, un informe publicado en el «Jewish Business News» revela que hay cierto tipo de organismos que prosperan en este tipo de ambientes como es el caso del hongo Eurotium Rubrum.
El descubrimiento de este hogo supone una oportunidad clave como fuente potencial de alimentos para el desarrollo de la agricultura en zonas salinas donde actualmente viven millones de personas.
Sorprende comprobar como este organismo eucariota sobrevivió oculto bajo esta depresión natural a más de 300 metros bajo en nivel del mar, donde la cuasi-salinidad de 235 kg/m³ de sus aguas profundas, aportan una salinidad del 28% a sus aguas que se incrementa a razón de 0,5 kg/m³/ al año en los periodos estivales.
Si comparamos esta salinidad con el promedio del agua de los océanos, estimado entre 3,1% y 3,8%, encontramos que la salinidad del Mar Muerto es unas nueve veces mayor que en el resto de océanos.
Tras más de una década tratando de descodificar el genoma que hacía de este organismo un hongo excepcional, un grupo de investigadores de Israel ya lograron separar la secuencia del Eurotium Rubrum, abriendo la puerta a futuras aplicaciones biotecnológicas orientadas al desarrollo de super plantas resistentes a los altos niveles de salinidad.
Los resultados obtenidos permitieron identificar los mecanismos por los que este hongo puede resistir las condiciones extremas de un ecosistema como el del Mar Muerto.
Según las evidencias, las células del Eurotium Rubrum evitan que la sal del agua penetre al interior de las mismas mientras el organismo está activo, en comparación al estado de hibernación que experimentan otros hongos similares en contacto con agua de elevada salinidad.
De acuerdo con Eviatar Nevó, uno de los encargados de la investigación y profesor de la Universidad de Haifa, se consiguió reproducir este genoma en la levadura y en el Arabidopsis como paso previo al futuro desarrollo de super plantas aptas para consumo humano.
Aunque todavía es temprano para hablar del fin de la hambruna en el mundo, lo cierto es que este descubrimiento abre la puerta al desarrollo de cultivos resistentes en entornos con condiciones extremas.
Según los investigadores, el uso de la biotecnología ayudará a introducir la tolerancia a la salinidad en los cultivos de zonas desérticas e incluso ofrecer la ventaja de poder regar cosechas con agua de mar.
Lo cierto es que bajo el desierto a veces se concentran grandes depósitos de agua salina que podrían aprovecharse para desarrollar cultivos que puedan dar de comer a poblaciones que carecen de acceso al agua potable.
Es evidente la importancia de este hongo en la lucha contra la hambruna en el mundo, pero antes los investigadores deberán asegurar el potencial científico de este descubrimiento y confirmar la inocuidad para la salud humana y animal de estas super plantas resistentes a la salinidad.
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