Los profesores Abraham Loyter y Assaf Friedler, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, afirmaron que tiene nuevas esperanzas para encontrar una cura definitiva para el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
En un comunicado los científicos informaron que el tratamiento pionero que desarrollaron podría acabar con las células infectadas con el virus del VIH, por lo que ahora conducirán sus ensayos clínicos en humanos en un plazo de tres meses.
«Cuando una persona resulta infectada por el VIH, el virus entra en su sangre y permanece latente. Los médicos no pueden predecir cuándo comenzará a despertarse o cuándo empezará el proceso de duplicarse a otras células», detallaron los investigadores.
En las últimas décadas, los portadores del VIH se someten a un cóctel de medicamentos que retrasa este proceso, lo que previene su expansión.
«Como resultado, el SIDA se transformó de una epidemia mortal a una enfermedad de carácter crónica, al menos para aquellos enfermos y países que pueden permitirse los medicamentos», agregaron de acuerdo con el comunicado.
Ahora, Loyter y Friedler alcanzaron resultados prometedores en sus investigaciones, que llevaron al centro universitario a firmar un acuerdo de exclusividad con la farmacéutica Zyon Pharmaceitical para desarrollar la medicación.
Los dos expertos estiman que las células infectadas con el virus pueden ser eliminadas sin dañar al resto del cuerpo, y en consecuencia, curar al portador del VIH.
La solución que proponen se basa en insertar muchas copias del ADN del virus en el portador, que lleva a la activación de mecanismos de autodestrucción de las células infectadas.
Los científicos desarrollaron péptidos responsables de esta autodestrucción en combinación con otros medicamentos existentes, por lo que fueron evaluados en cultivos in vitro de células humanas infectadas con el virus del VIH, con resultados muy prometedores.
«En el plazo de dos semanas de tratamiento, no había señal del ADN del virus ni de células infectadas, y el virus seguía indetectable incluso dos semanas después del final del tratamiento», aseguraron.
La conclusión de Loyter y Friedler es que no sólo puede pararse la infección, sino que las células infectadas también pueden destruirse.
Los hallazgos de estos dos investigadores israelíes se publicaron en el «AIDS Research and Therapy Journal», aunque gran parte de la comunidad científica internacional tiene sus reservas.
Por ello, señala el documento, se tienen que esperar los resultados de los ensayos médicos en humanos para saber si se encontró la cura definitiva del SIDA.
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