El director general de la Autoridad Antimonopolios de Israel, el profesor David Giló, informó que impugnará la estructura de la propiedad de los recursos de gas natural del país, una decisión que podría afectar a una industria de importancia creciente.
«El objetivo es que el mercado de gas natural en Israel goce de competencia y así evitar estar a la merced de un monopolio de Delek y Noble Energy», dijo Giló.
«En el futuro próximo se establecerá a través de un reproductor independiente con al menos 70 BCM, con perspectivas de encontrar una cantidad adicional de gas por valor de 26,6 BCM», agregó.
Giló aclaró que, si Delek y Noble Energy no cumplen con las condiciones necesarias para una competencia efectiva, se tomarán medidas contra ellos en los tribunales.
En ese caso, sería necesario adoptar medidas para lograr al menos algún grado de competencia a largo plazo, después de un litigio sobre el tema, que podría tomar de cinco a seis años en ser resuelto.
Dentro de ese contexto, Giló declaró que «paralelamente a esta iniciativa, construimos las bases de antelación con el fin de preparar el mercado para el surgimiento de nuevos competidores en un futuro cercano. Limitamos los contratos existentes de modo que todos los clientes israelíes, incluyendo la Compañía Eléctrica, puedan disfrutar de una competencia entre las empresas titulares y los nuevos emprendedores e inversionista».
Giló no se refirió al contrato de abastecimiento de gas natural por 20 años que Noble Energy y Delek firmaron con Jordania, y que su incumplimiento podría influir negativamente en las relaciones del reino hachemita con Israel.
Un conglomerado de empresas que incluye Noble Energy, con sede en Texas, y Delek Group de Israel explota los yacimientos submarinos de gas natural en el Mediterráneo, vende en el mercado local y aceptó exportar a países vecinos.
En un acuerdo previo con la Autoridad Antimonopolios, el conglomerado aceptó deshacerse de dos yacimientos menores, «Karish» y «Tanín», para evitar un monopolio. Pero la Autoridad señaló que el acuerdo quedaba anulado por insuficiente.
Giló declaró en un comunicado que era consciente de los riesgos que significaba su decisión para la economía, pero resolvió aplicar la medida porque «se necesita un enfoque exhaustivo para dar una solución real al problema de un monopolio en el mercado».
Además, afirmó que está estudiando un nuevo acuerdo que podría despojar al conglomerado de yacimientos más grandes y rentables.
El conglomerado aseguró que invirtió miles de millones de dólares en la explotación de los yacimientos y se opondrá a la decisión.
«Invertimos de acuerdo con la ley israelí y los más elevados estándares internacionales. Lucharemos enérgicamente por los derechos que nos concedió el Gobierno israelí», aseveró Binyamin Zomer, presidente de Noble Energy Israel.
Noble y sus socios israelíes poseen el yacimiento «Tamar», que está produciendo, y el «Leviatán», más grande, que tiene unos 530.000 millones de metros cúbicos de gas y prevé empezar a producir en 2018.
Los detractores culpan al Gobierno de Netanyahu por permitir que el conglomerado obtenga beneficios en exceso.
«Una situación en la que todo el gas natural de Israel está bajo el control de una empresa privada supera los límites de la razón económica y democrática», escribió la diputada opositora laborista Shelly Yacimovich en su página de Facebook.
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