Cuando varias aerolíneas estadounidenses y europeas cancelaron el martes sus vuelos a Israel, mostraron una inquietud y nuevo sentido de urgencia para modificar el tránsito aéreo sobre regiones problemáticas tras el derribo la semana pasada de un avión de pasajeros malasio encima de Ucrania.
Delta Air Lines detuvo su vuelo a Israel en París y canceló indefinidamente los viajes entre Estados Unidos y el Estado judío después que un cohete disparado desde Gaza estalló en la localidad de Yahud cerca del Aeropuerto Ben Gurión.
Otras aerolíneas estadounidenses hicieron lo mismo rápidamente, y otras más en Europa y Canadá siguieron el ejemplo a las pocas horas, a pesar de las protestas del Gobierno hebreo. La línea aérea israelí El Al mantuvo sus vuelos con normalidad.
Las aerolíneas se adelantaron a las autoridades normativas del sector al suspender el servicio. La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos impuso una prohibición de 24 horas a los vuelos a Israel después que las líneas estadounidenses actuaran al respecto. La alemana Lufthansa, la italiana Alitalia y la francesa Air France decidieron suspender el servicio antes que la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA) emitiera una advertencia.
No está claro cuánto tiempo durará la suspensión. Las aerolíneas estadounidenses deben esperar ahora una nueva orden de la FAA, que informó ofrecerá una actualización de la situación hoy miércoles al mediodía.
Expertos jurídicos y de aviación dijeron que las aerolíneas están realizando la evaluación de riesgos por su cuenta, tanto por la seguridad de los pasajeros como para evitar reclamaciones por negligencia después del derribo del jet de Malaysia Airlines sobre Ucrania la semana pasada.
«La mayoría de las aerolíneas tienen personal que trata de evaluar esos riesgos», dijo William Waldock, profesor de la Universidad de Aeronáutica Embry-Riddle.
«Algunas lo hacen mejor que otras, pero yo esperaría que todo el mundo esté en un estado de alerta muy elevado en estos momentos», agregó.
Richard Aboulafia, analista del Teal Group, dijo que las aerolíneas podrían ser más proactivas para evitar regiones problemáticas, aunque señaló que hay muy pocas zonas donde fuerzas no gubernamentales cuenten con armas lo suficientemente sofisticadas como para derribar un avión.
El Gobierno israelí consideró que las aerolíneas exageraron con su decisión del martes. El Ministerio de Transporte pidió a las líneas aéreas que retiraran la decisión, insistiendo en que el Aeropuerto Ben Gurión es seguro y completamente protegido, y que no hay razón para «premiar al terrorismo» con la suspensión de los vuelos.
Terroristas palestinos disparado más de 2.000 cohetes contra Israel, y varios que se dirigían al Aeropuerto Ben Gurión, cercano a Tel Aviv, fueron interceptados por el sistema antiaéreo Cúpula de Hierro.
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