Crecen los enfrentamientos en Jerusalén entre manifestantes palestinos y la Policía israelí, luego del funeral del joven palestino que murió por una bala de goma disparada por agentes israelíes.
Los enfrentamientos entre manifestantes palestinos y la Policía israelí se recrudecieron tras el funeral del adolescente Muhamed Sunuqrut (16), durante el cual agentes israelíes detuvieron a tres jóvenes por perturbación del orden.
Fuentes de la Policía informaron de que los tres fueron arrestados por lanzar piedras, en una jornada en la que se registraron sucesivos choques en los barrios de la parte este de la ciudad.
Horas después, jóvenes lanzaron petardos y fuegos artificiales contra los agentes en una zona cercana a la residencia del fallecido, en el barrio de Wadi Joz.
La Policía israelí respondió con equipos antidisturbios, sin que se registraran nuevas víctimas.
Los disturbios coincidieron con el funeral por Sunuqrut, muerto la semana pasada en el curso de una manifestación. Desde entonces la familia acusa a la Policía israelí de haber matado a su hijo mediante el disparo desde corta distancia, lo que supuestamente ocasionó al menor una fractura y un derrame cerebral.
El padre del joven, Abd al-Majid Sunuqrut, aseguró que su hijo estaba hablando por teléfono y preparándose para el nuevo año escolar, y que no había provocado a los agentes como para ser atacado.
La Policía israelí afirmó por su parte que las heridas en la cabeza fueron resultado de un tropiezo que tuvo mientras huía de los agentes y que incluso le ofrecieron trasladarlo a un hospital israelí, a lo que el adolescente se negó.
El portavoz de la Policía, Miki Rosenfeld, sostuvo que «el adolescente sí participó en los disturbios» en los que «recibió el impacto de una bala de goma en una pierna».
«Después huyó de los agentes y tropezó golpeándose en la cabeza», afirmó.
Durante el funeral, miles de palestinos exhortaron a Hamás a que ataque a Israel en venganza por la muerte del adolescente.
Los participantes portaron banderas palestinas y corearon eslóganes nacionalistas.
En un principio se informó de que la familia Sunuqrut había accedido a que se realizara una autopsia en Israel bajo supervisión de un médico y un abogado palestinos, pero la rapidez con la que se llevó a cabo el funeral podría indicar que ésta no se realizó finalmente.
Su fallecimiento dio lugar a graves disturbios en varias partes de Jerusalén. Un grupo de encapuchados palestinos tomó una gasolinera en el barrio de Givá Tzarfatit, la incendió y causó graves destrozos en sus equipos de abastecimiento.
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