En un claro mensaje a EE.UU, la comunidad internacional y los palestinos, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, afirmó que no dejará que nadie dicte condiciones de paz a su Gobierno y que seguirá construyendo en Jerusalén Este.
«Nos enfrentaremos con cualquiera que trate de dictarnos condiciones», dijo al inaugurar el período de sesiones invernal del Parlamento, que se prevé uno de los más turbulentos de los últimos años por la disparidad ideológica y rivalidades entre los partidos que forman la coalición que gobierna Israel.
Netanyahu, quien hace unos días reconoció la posibilidad de que tenga que reestructurar su Ejecutivo, sostuvo que «hay quien quiere dictarnos condiciones que ponen en peligro nuestra seguridad, y con ello alejarán la paz que anhelamos».
Se refería a una iniciativa palestina para que la ONU obligue a Israel a retirarse de Cisjordania y Jerusalén en un plazo de tres años que, según el programa previsto, será presentada al Consejo de Seguridad durante el mes de noviembre.
Netanyahu dijo, además, que los gobiernos de Europa y Estados Unidos están «desconectados de la realidad por criticar la construcción de Israel en Jerusalén Este.
A su juicio, «la Unión Europea (UE) y Estados Unidos están aplicando un doble rasero cuando se trata del conflicto entre israelíes y palestinos, ya que permanecen en silencio cuando el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás, incita al asesinato de judíos».
«En cambio, cuando nosotros construimos en Jerusalén, se indignan. No lo acepto. Al igual que los franceses construyen en París y los británicos en Londres, los israelíes construyen en Jerusalén», añadió Netanyahu, y señaló que no existe ninguna ilegalidad en la construcción en barrios de la ciudad.
«Escuché alegaciones de que la construcción en barrios judíos en Jerusalén aleja a la paz. Son estas críticas las que alejan la paz porque están basadas en falsas declaraciones de los palestinos», agregó el jefe del Gobierno hebreo.
«A pesar de las críticas, continuaremos construyendo en Jerusalén, nuestra capital eterna», manifestó.
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