Estados Unidos y la Unión Europea (UE) criticaron duramente el anuncio del Gobierno israelí sobre la construcción de 1.060 nuevas viviendas para judíos en Jerusalén Este, en lo que consideran una nueva violación de leyes internacionales.

La portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jennifer Psaki, afirmó que «este tipo de acción es incompatible con la paz», al tiempo que reiteró que Washington «considera todas estas actividades como ilegítimas».

Asimismo, rechazó «de forma inequívoca» todos aquellos «pasos unilaterales que prejuzguen el futuro de Jerusalén», si bien recalcó que los lazos entre Estados Unidos e Israel «siguen siendo fuertes».

«A veces estamos en desacuerdo con las acciones del Gobierno israelí, incluido el asunto de Jerusalén Este. Esto es algo que expresamos, pero no significa que no tengamos una relación fuerte y formidable que continúa», dijo Psaki.

Por su parte, la UE solicitó a Israel que aclare su decisión, que describió como «imprudente e inoportuna», al tiempo que destacó que la misma «pone en duda el compromiso de Israel con una solución negociada con los palestinos», según informó «Haaretz».

«Recalcamos que el desarrollo futuro de las relaciones entre la UE e Israel dependerá de su compromiso con una paz duradera basada en una solución que contemple dos Estados», afirmó Maja Kocijancic, portavoz de la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton.

La oficina del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, informó a los medios que serán aproximadamente 660 unidades habitacionales en el barrio de Ramat Shlomó y otras 400 en el de Har Homá.

Los terrenos en los que se construirán estas viviendas ya están en manos de la Administración de Tierras de Israel, por lo que sólo restan las licencias de construcción.

La iniciativa incluye además la construcción de infraestructuras en Cisjordania, especialmente carreteras, atendiendo a criterios de seguridad.

También se difundieron informaciones acerca de la intención del Gobierno israelí de construir unas 2.000 viviendas más en los asentamientos judíos de Cisjordania que Israel considera que en cualquier acuerdo definitivo con los palestinos serán anexados a su territorio.

Con estas iniciativas, según la prensa israelí, Netanyahu pretende consolidar el apoyo de la ultraderecha nacionalista religiosa durante el inicio nuevo curso legislative que se inició este lunes.

En respuesta, el jefe negociador de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, condenó la iniciativa israelí.

«Este anuncio es una prueba más de la intención de perpetrar crímenes castigados por el Derecho Internacional», afirmó e instó a a la comunidad internacional a tomar «medidas decididas para salvar la solución de dos Estados ante el expansionismo colonial israelí».

Por su parte, el dirigente de Al Fatah, Jibril Rajoub advirtió de que los anuncios de nuevas viviendas para judíos en Cisjordania «provocarán una explosión de violencia» en los territorios palestinos.

«Este tipo de actos unilaterales provocarán una explosión», señaló Rayub, y alertó de que la violencia del pasado verano en Gaza podría reproducirse en Cisjordania como consecuencia de las decisiones de Netanyahu.

«Si quiere seguir apretándonos a todos en un círculo vicioso de sangre y muerte, llegaremos al mismo final que en Gaza», aseveró citado por «The Jerusalem Post».

Netanyahu afirmó este martes que los gobiernos de Europa y Estados Unidos están «desconectados de la realidad» por criticar la construcción israelí en Jerusalén Este.

A su juicio, «la UE y Estados Unidos están aplicando un doble rasero cuando se trata del conflicto entre israelíes y palestinos, ya que permanecen en silencio cuando el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás, incita al asesinato de judíos».

«En cambio, cuando nosotros construimos en Jerusalén, se indignan. No lo acepto. Al igual que los franceses construyen en París y los británicos en Londres, los israelíes construyen en Jerusalén», reprochó.

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