El ex ministro de Exteriores israelí y líder del partido Israel Beiteinu, Avigdor Liberman, instó a que su país abandone el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, tras el informe que acusó a Israel y Hamás de posibles crímenes de guerra.
«Nuestra respuesta debería ser abandonar el Consejo de Derechos Humanos. Nuestra simple pertenencia da legitimidad a una organización antiisraelí», declaró Liberman a la radio pública hebrea.
Según el ex canciller, que estuvo a cargo de la cartera durante la operación «Margen Protector» contra Hamás en Gaza el verano pasado, ese organismo de la ONU «está muy lejos de los valores de Justicia, Democracia y Derechos Humanos, por lo que no hay ningún motivo para seguir siendo miembro».
Por su parte, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, calificó de «sesgado» el informe de la comisión de investigación nombrada por ese Consejo para analizar posibles crímenes en el último conflicto en Gaza y acusó a ese órgano de «hacer de todo menos proteger los derechos humanos».
«Este organismo condena a Israel más que a Irán, Siria y Corea del Norte juntos», denunció Netanyahu.
«Israel se defiende a sí mismo y lo hace de acuerdo a la legislación internacional. Israel no comete crímenes de guerra. Se defiende de una organización terrorista asesina que llama a su destrucción y que perpetró muchos crímenes de guerra», agregó.
A su vez, Hamás aplaudió el informe de la ONU sobre los crímenes de guerra cometidos por Israel, pero rechazó las culpas que le atribuye.
Hamás consideró que dadas las conclusiones del reporte, los líderes israelíes deben de ser juzgados por la Corte Penal Internacional (CPI).
«Esta clara condena a Israel obliga a traer a sus líderes a la CPI y otros tribunales internacionales y ponerlos a juicio por los crímenes que cometieron contra nuestro pueblo», destacó Ghazi Hamad, un alto funcionario de Hamás en Gaza.
Hamad hizo hincapié en que es importante establecer límites a Israel y «detener el asedio y la continua agresión sionista» contra el pueblo palestino.
No obstante, Hamad rechazo las acusaciones en contra de Hamás, afirmó que sus combatientes no cometieron ningún crimen de guerra, criticó a los investigadores de la ONU por lo que, consideró, «un falso equilibrio entre víctimas y asesinos» y aseguró que sus cohetes y morteros lanzados durante la guerra fueron dirigidos a sitios militares de Israel y no contra civiles.
Asimismo, la organización Amnistía Internacional (AI) afirmó que el informe de la ONU es un «paso adelante hacia la justicia para las víctimas de ambos bandos».
Para AI, el documento supone una «validación independiente» de los argumentos que ya pusimos sobre la mesa».
«Las pruebas son abrumadoras. Ahora los Estados miembros y observadores del Consejo de Derechos Humanos deben considerar seriamente las conclusiones y recomendaciones de la comisión», afirmó Philip Luther, director del programa para Oriente Medio y el Norte de África de la organización.
AI subrayó además que «las autoridades israelíes y palestinas deben cooperar con la ONU, y lamentó que Israel impidió a los investigadores de la comisión acceder a la Franja de Gaza».
Luther resaltó que AI documentó «crímenes de guerra y otras violaciones serias de la ley humanitaria internacional por parte de ambos bandos, incluido el asesinato de civiles y la destrucción de propiedades civiles».
Notas relacionadas:
Duro informe de Naciones Unidas contra Israel y Hamás
Netanyahu: «Hamás reponsable de guerra en Gaza»
Mayoría de israelíes: Habrá nueva guerra con Hamás