La decisión de Rusia de usar sus fuerzas armadas en Siria en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) podría llevar paz a la región, opinó el portavoz de la Federación de las Comunidades Judías de Rusia (FEOR), Baruj Gorin.
«Antes de que el Consejo de la Federación haya tomado la decisión, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu llegó a Moscú para mantener consultas y hay motivos para pensar que las iniciativas rusas no implican peligro para Israel sino que podrían ser otro factor de estabilidad en la región», dijo Gorin.
Según el vocero, Israel destacó que «Rusia dispone de un instrumento único para el derecho y la contención, no para la confrontación».
Gorin agregó que «sin duda, el EI es un fuerte desafío para la humanidad, no es un problema de Siria ni de Irak; desde hace mucho es un problema de Europa y Rusia; es una indudable desgracia internacional; y la lucha contra el es la tarea de toda la humanidad».
El portavoz mencionó que «se puede sólo saludar la ayuda militar rusa a las autoridades sirias».
«La decisión del Consejo de la Federación es una postura responsable que no tiene alternativa», recalcó.
Según Gorin, esta ayuda podría ser «decisiva, teniendo en cuenta las relaciones de Rusia con el Gobierno de Siria y las posiciones históricas de Rusia en la región».
Este miércoles, el Consejo de la Federación de Rusia aprobó por unanimidad el uso de las fuerzas armadas rusas en el extranjero tras recibir la respectiva solicitud del presidente Vladímir Putin.
El jefe de la administración del Kremlin, Serguéi Ivanóv, precisó que el permiso se pidió para el empleo de las fuerzas armadas rusas en Siria.
Además, señaló que militares rusos e israelíes instituirán un grupo de trabajo para diseñar el mecanismo de coordinación que acordaron Netanyahu y Putin con el fin de minimizar el riesgo de enfrentamientos aéreos accidentales y otros incidentes en Siria.
Las autoridades israelíes afirmaron que Rusia aumentó su presencia militar en Siria para apoyar al presidente Bashar al-Assad en la lucha contra los terroristas del EI e insistieron en su derecho a utilizar la fuerza en el país vecino para neutralizar las amenazas o frustrar los intentos de los radicales de apoderarse de armas modernas de los arsenales sirios.
Moscú reconoció sólo el envío de instructores militares a Siria para adiestrar a las tropas gubernamentales en el manejo de las armas suministradas y rechazó de plano las insinuaciones de Occidente de que trasladó fuerzas regulares, vehículos blindados y aviones de combate a Oriente Medio.
Netanyahu calificó como «el resultado más importante de su visita a Moscú» el acuerdo para crear ese mecanismo.
«Es importante prevenir los malentendidos. Nuestra política consiste en hacer lo posible para impedir la entrega de armas modernas a Hezbolá y evitar la apertura de un segundo frente contra nosotros en los Altos del Golán», subrayó el dirigente hebreo.
En los últimos años trascendieron informaciones sobre la implicación de la Fuerza Aérea israelí en los bombardeos de almacenes y caravanas en el territorio sirio y vuelos de reconocimiento.
El Gobierno hebreo suele no comentar estos comunicados, pero cada vez declara su disposición de usar la fuerza para evitar que sus enemigos tengan acceso a agentes químicos, sistemas de defensa antiaérea y misiles.
A su vez, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, destacó que Putin y Netanyahu acordaron también un intercambio más estrecho de información entre las dos naciones ante la tirantez en Siria.
«En vista de la situación que se mantiene tensa en Siria y su tendencia a deteriorarse, se acordó establecer canales para el intercambio de información en esta esfera tan sensible», apuntó.
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