El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, pidió a EE.UU permitir que el espía condenado Jonathan Pollard (61) llegue de inmediato a Israel tras ser liberado de prisión, según el diario «Israel Hayom».
Netanyahu presionó a Washington para que Pollard viaje a Israel en lugar de completar su libertad condicional de 5 años en EE.UU, informó el rotativo.
El encarcelamiento de 30 años de Pollard en EE.UU fue motivo de tensión diplomática entre ambos países.
Pollard umple una cadena perpetua, pero se le otorgó libertad condicional este año. Se espera que sea liberado este viernes de una prisión federal en Butner, North Carolina.
El ministro de Educación israelí, Naftali Bennet calificó de héroe a Pollard, incluso cuando Netanyahu ordenó a sus funcionarios que se mantuvieran callados en relación al delicado tema de su liberación.
Bajo los términos de liberación, Pollard no podrá dejar Estados Unidos en cinco años.
Pollard era un analista de Inteligencia de la Marina cuando fue detenido en 1985 por vender secretos a Israel. Se declaró culpable de conspirar para perpetrar espionaje un año después y fue sentenciado a cadena perpetua en 1987.
El año pasado Estados Unidos insinuó que liberaría a Pollard como incentivo para que Israel continuara con las negociaciones con los palestinos, pero el esfuerzo se colapsó y el espía permaneció en prisión.
Se espera que se establezca en el área de Nueva York mientras pasa al menos los próximos cinco años bajo libertad condicional.
Tanto el Departamento de Justicia como los abogados de Pollard se negaron hasta ahora a hablar sobre sus condiciones para la libertad, pero el rabino Pesaj Lerner de Nueva York, quien por mucho tiempo fue su partidario, dijo en una entrevista por radio este mes que Pollard tendría que acatar un toque de queda y portar una unidad de localización para rastrear sus actividades.
Se le ordenó también no utilizar Internet, lo que podría complicar sus posibilidades de mantener un empleo.
«Nos preocupa que quizá estén tratando de tenderle una trampa a fin de decir que violó su libertad condicional y encerrarlo de nuevo», declaró Lerner a Najum Segal, anfitrión de un programa sobre temas judíos en WFMU de New Jersey. «Le tienen muy ajustadas las riendas», agregó.
Las reglas comunes federales para la libertad condicional también limitan los viajes que Pollard puede realizar dentro de Estados Unidos.
Los abogados de Pollard, Eliot Lauer y Jacques Semmelman, dijeron a finales de julio que a su cliente le habían conseguido empleo y un lugar para vivir «en el área de Nueva York», pero no revelaron detalles.
Varios de quienes fueron por mucho tiempo partidarios de Pollard se negaron a opinar sobre su próxima liberación o sus planes para el futuro esta semana, bajo el argumento de que no querían decir nada potencialmente provocador cuando está tan cerca de ser liberado.
«Después de todo este tiempo, queremos que salga sin que tenga dificultades por algún comentario en los medios», afirmó Kenneth Lasson, un profesor de derecho de la Universidad de Baltimore que respaldó la lucha de Pollard para que le fuera reducida su sentencia.
Los detalles sobre cuándo viajaría a Nueva York luego de ser liberado de la prisión federal en Butner, North Carolina, o dónde vivirá y trabajará, siguen manteniéndose en privado.
«Estuve trabajando con el señor Pollard por 20 años, y ni siquiera yo sé a dónde va o qué estará hacienda», explicó Farley Weiss, presidente de la organización Consejo Nacional del Israel Joven.
Notas relacionadas:
EE.UU: Aprueban libertad condicional para Jonathan Pollard
Corte Suprema israelí: Indultar a Jonathan Pollard
EE.UU: Consideran liberar a Pollard para salvar tratativas