El vicepresidente norteamericano, Joe Biden, llegó este martes a Israel para negociar un paquete de ayuda militar, en medio de tensiones con la Casa Blanca y en una jornada marcada por un repunte de la violencia en la zona.
«Estados Unidos está completamente dedicado a la seguridad de Israel y de sus ciudadanos. Tenemos un compromiso total y absoluto con la sociedad israelí y esperamos hacer algunos progresos», fueron las primeras declaraciones de Biden en Israel después de reunirse con el ex presidente Shimón Peres.
Según fuentes diplomáticas, Biden se refería a la ayuda bilateral que centrará la atención de los dirigentes israelíes durante sus reuniones con el vicepresidente estadounidense, cuya presencia en la zona tiene como fin impulsar la negociación de un nuevo paquete de asistencia militar para Israel durante los próximos diez años.
Este acuerdo de cooperación estratégica bilateral debe sustituir al actual, que expira en el 2017 y está valorado en 30.000 millones de dólares.
Israel aspira a recibir un incremento en la cantidad que percibe desde 2007 - equivalente a unos 3.000 millones de dólares anuales sumados a aportaciones para otros proyectos como sistemas de defensa de misiles - en compensación al acuerdo en materia nuclear impulsado por Washington y alcanzado el verano pasado entre las potencias occidentales e Irán.
Las dificultades en las negociaciones sobre el monto de la ayuda, en marcha desde 2015, llevaron a decir recientemente al primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, que quizás sería conveniente aplazar la rúbrica del acuerdo hasta que asuma el cargo el próximo presidente de la Casa Blanca, lo que generó malestar en Washington.
También podrían estar detrás de la cancelación del viaje que Netanyahu tenía previsto hacer a finales de mes a Estados Unidos y que, según difundieron los medios, fue anulada ante la imposibilidad de cerrar una fecha para verse con el presidente Barack Obama.
Este argumento sorprendió a la Casa Blanca, donde se aseguró que aún se trabajaba en buscar una fecha que les cuadrara a ambos políticos.
Fuentes de la Oficina del jefe del Gobierno israelí consultadas por el diario «Yediot Aharonot» apuntaron a que Netanyahu querría evitar presiones por parte de Obama para firmar un acuerdo poco conveniente.
La anulación del viaje también coincidió con la publicación en el periódico «The Wall Street Journal» de las posibles intenciones de Obama de apoyar ante el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que ponga fin al conflicto con los palestinos, estableciendo un compromiso definitivo entre ambos actores en cuestiones clave como las fronteras o los asentamientos.
«Sé que, bajo el liderazgo del presidente Obama, Estados Unidos se preocupa por la seguridad de Israel», afirmó el ex presidente Peres durante su encuentro con Biden, ante el que halagó las relaciones de amistad y respeto que unen a sus países e insistió en que la única solución al conflicto con los palestinos «es la de dos Estados».
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